La Universidad Politécnica y la Autónoma de Madrid y el Hospital Universitario Ramón y Cajal han creado un dispositivo para tratar el desprendimiento de retina, que utiliza micropartículas magnéticas para los desgarros de la membrana más interna del ojo.
Esta herramienta, probada hasta ahora sólo en animales (conejos), recibió el premio a la mejor innovación en el XII Congreso Internacional Euretina, celebrado el pasado mes en Milán.
El dispositivo, con imanes y nanopartículas magnéticas, actúa en la última etapa de la operación para recomponer la retina.
Hasta ahora, la forma más frecuente de corregir y terminar con el desprendimiento de retina, una de las patologías oftalmológicas más frecuentes, era la realización de una vitrectomía.
En este procedimiento quirúrgico se extrae el humor vítreo -líquido gelatinoso que cuando se endurece provoca el desprendimiento de retina- y se sustituye por otro líquido.
Esto se acompaña de la inyección de silicona o ciertos gases para taponar el desgarro (hueco) provocado por el desprendimiento.
La silicona actúa presionando la retina reconstituida contra la pared ocular, lo que requiere, para que sea eficaz, que el paciente tenga que colocar la cabeza de un determinado modo durante mucho tiempo, lo que en muchas ocasiones es un inconveniente.
El objetivo del nuevo dispositivo es evitar que el paciente soporte posturas incómodas.
Según ha explicado a Efe José Javier Serrano, uno de los creadores del dispositivo, con el nuevo método se sustituye la silicona por un fluido que lleva en suspensión nanopartículas magnéticas, que son atraídas por un imán.
El fluido se inyecta en el ojo, lo que provoca que uno y otro se atraigan y se selle así el hueco inicial dejado por el desprendimiento de retina.
El dispositivo ya está patentado en España y se está en trámites para hacerlo en EEUU y la UE. El objetivo, según Serrano, es poder probarlo en humanos, para lo que están buscando financiación.
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