Las mujeres pueden concebir sin clímax y también orgasmar sin necesidad de penetración. El placer femenino no es necesario para la reproducción. Un equipo de científicos cree que en las humanas antiguas, la ovulación era inducida por la cópula, como en las gatas y las conejas.
El sexo con penetración no es la mejor manera de alcanzar el clímax. / Adobestock |
El orgasmo de las mujeres lleva años
intrigando a los científicos porque su función en la evolución no está
clara. Mientras que en los hombres está ligado a la eyaculación, las
mujeres pueden concebir hijos sin sentir placer. No tiene un efecto
directo sobre la reproducción. Además, la penetración no es la mejor
manera de alcanzar el clímax.
“En otras palabras, la tasa de
orgasmos con penetración es menor que con la masturbación, por lo que
parece poco probable que haya una función reproductiva directa
involucrada. Y, finalmente, el rasgo parece demasiado complejo como para
aparecer en la evolución sin función”, aclara a Sinc Mihaela Pavlicev, investigadora en la Universidad de Cincinnati (EE UU) y primera autora de un estudio que se publica en la revista PNAS.
Hasta
la fecha, la comunidad científica había propuesto diferentes hipótesis.
Un nuevo trabajo liderado por la Universidad de Yale (EE UU) busca
poner a prueba sus hipótesis sobre el posible origen evolutivo del
orgasmo femenino, que es poco probable que haya evolucionado por
casualidad.
Los mecanismos fisiológicos del orgasmo femenino pudieron desarrollarse en su origen para inducir la ovulación durante la copulación
Los autores del estudio postulan que los mecanismos fisiológicos del
orgasmo femenino pudieron desarrollarse en su origen para inducir la
ovulación durante la cópula.
Estimulación
“Creemos
que el orgasmo femenino se asoció ancestralmente con la inducción de la
ovulación mediante la cópula, es decir, con la liberación de óvulos del
ovario que en algunos animales ocurre como consecuencia de la cópula.
Llamamos a estas mamíferas ovuladoras inducidas (o con reflejos)
–conejas, gatas, huronas y camellas–. En otras, como humanas y grandes
simias, este tipo de ovulación se pierde y las ovulaciones se regulan de
manera endógena, sin estímulo externo, como en el caso de las mujeres”,
recalca Pavlicev.
En un estudio previo del mismo equipo, publicado en 2016,
los investigadores llegaron a tres conclusiones: que existen
similitudes fisiológicas entre el orgasmo femenino y el orgasmo de las
mamíferas con ovulación inducida; que la ovulación inducida fue anterior
a la endógena en la evolución; y que la anatomía del órgano genital
femenino refleja estos cambios, “en el sentido de que los animales que
requieren inducción externa para ovular tienen el clítoris dentro o muy
cerca del canal copulatorio, por lo que se estimula”, señala la experta.
En humanas y grandes simias, el clítoris está colocado lejos del aparato reproductor y, por lo tanto, a menudo no se estimula durante el coito
En humanas y grandes simias, el clítoris está colocado más lejos del
aparato reproductor y, por lo tanto, a menudo no se estimula durante el
coito. “Llegamos a la conclusión de que estos cambios son responsables
de la frecuente falta de orgasmo en el acto sexual humano y que la
posición del clítoris refleja la importancia de su función y la pérdida
de ella”, apunta Pavlicev.
Un experimento con conejas
Para
corroborar la teoría del modelo ovulatorio, los científicos partieron
de la base de que si perturbaban el orgasmo, también lo haría la
inducción de la ovulación. El experimento se realizó con conejas a las
que se les administraron diariamente durante dos semanas inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (antidepresivos), que causan anorgasmia.
Con
antidepresivos, las conejas debían inhibir su ovulación. Los resultados
mostraron tasas de ovulación disminuidas en un 30 %. En un segundo
experimento, los autores indujeron la ovulación mediante una inyección
hormonal a las conejas tratadas con antidepresivos, y observaron que
estos no afectaron a la ovulación provocada con fármacos.
Según
los autores, los resultados apoyan la hipótesis de que el orgasmo en
conejas es homólogo al de las humanas, y ambos procesos podrían
compartir un origen evolutivo común. “El mecanismo que causa el orgasmo
en las humanas podría ser el mismo que en el pasado evolutivo se habría
utilizado para desencadenar la ovulación durante la cópula”, subraya la
investigadora.
Pero si el orgasmo femenino perdió su función
reproductiva, ¿por qué se mantuvo? “Nosotros no nos hacemos esta
pregunta porque todas las razones se buscan exclusivamente en la
reproducción”, concluye la experta.
Referencia bibliográfica:
Mihaela Pavlicev et al. “An experimental test of the ovulatory homolog model of female orgasm” PNAS 30 de septiembre de 2019
Mihaela Pavlicev et al. “An experimental test of the ovulatory homolog model of female orgasm” PNAS 30 de septiembre de 2019
Fuente: SINC
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