Lograr que los osos panda se reproduzcan no es una tarea sencilla. Sin embargo, tras muchos años intentándolo, investigadores chinos han logrado perfeccionar la técnica y acaban de anunciar que ya han conseguido que 300 ejemplares nazcan en cautividad. El siguiente paso es intentar reintroducirlos en su hábitat natural para conseguir que la especie se recupere.
El pasado viernes se dejó en libertad por primera vez a un panda nacido en cautividad. Se trata de una cría de cuatro meses de edad y algo más de ocho kilos de peso, que a partir de ahora vivirá en la Reserva de Pandas Gigantes de Wolong, en la provincia suroccidental china de Sichuan. Como se ve en las fotografías, los investigadores se disfrazan de oso para asegurarse de que el animal no verá a un ser humano durante todo el proceso de reincorporación a su medio.
El oso panda está en peligro de extinción pero los científicos creen que si su reproducción sigue a buen ritmo, la especie podría volver a vivir en libertad en los próximos años.
Según informa la BBC, gran parte del mérito se debe a los investigadores del Centro de Investigación para la Cría de Osos Panda Chengdu, el que más exitos ha logrado en la reproducción de este animal.
Corto ciclo reproductivo
Para proteger a este amenazado animal, los científicos han intentado reproducirlos en cautividad desde 1963, cuando nació el primer cachorro. Sin embargo, es complicado mantener una población estable de animales en cautividad debido al corto ciclo reproductivo de las hembras. Sólo están en celo 72 horas al año y además, el periodo durante el que se pueden quedar preñadas se reduce a entre 12 y 24 horas. Para no desaprovechar estas pocas horas, los científicos mantienen un fuerte control sobre los animales, con observaciones exhaustivas y análisis de sangre diarios para monitorizar sus niveles de hormonas.
Tras estudiar el comportamiento sexual de estos animales, los investigadores se dieron cuenta de que a pesar de sus intentos, los escasos encuentros que se produjeron no acabaron en embarazo.
El pene de los machos es pequeño en relación a su tamaño por lo que las hembras deben adoptar una posición muy concreta para conseguir copular. Y por lo que observaron los investigadores, los pandas no parecen ser conscientes de esta situación.
Según la BBC, los esfuerzos para estimular las relaciones entre pandas fracasaron: desde vídeos para educarles sexualmente hasta viagra. Casi todas las técnicas fallaron e incluso provocaron que durante algunos encuentros los pandas se comportaran de manera agresiva.
Intercambio de gemelos
La inseminación artificial tampoco es una técnica sencilla en el caso de los pandas. Los investigadores llevaron a cabo una técnica conocida como 'twin swapping' (algo así como intercambio de gemelos). La mayor parte de los pandas dan a luz a dos crías, aunque sólo cuidan de una de ellos pues no pueden alimentar a más de un cachorro a la vez.
Los científicos trasladaron a las crías abandonadas al centro Chengdu, donde permanecían en incubadoras. Las crías eran intercambiadas, de forma que las dos pudieran ser cuidadas por la madre sin que ésta se diera cuenta. La tasa de supervivencia aumentó en un 98% gracias a la combinación del cuidado materno y de la incubadora.
Los conservacionistas creen que el número de pandas conseguido es suficientemente alto como para empezar a llevar a cabo programas de reintroducción en el medio salvaje.
FUENTE:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/06/ciencia/1291657060.html
El pasado viernes se dejó en libertad por primera vez a un panda nacido en cautividad. Se trata de una cría de cuatro meses de edad y algo más de ocho kilos de peso, que a partir de ahora vivirá en la Reserva de Pandas Gigantes de Wolong, en la provincia suroccidental china de Sichuan. Como se ve en las fotografías, los investigadores se disfrazan de oso para asegurarse de que el animal no verá a un ser humano durante todo el proceso de reincorporación a su medio.
El oso panda está en peligro de extinción pero los científicos creen que si su reproducción sigue a buen ritmo, la especie podría volver a vivir en libertad en los próximos años.
Según informa la BBC, gran parte del mérito se debe a los investigadores del Centro de Investigación para la Cría de Osos Panda Chengdu, el que más exitos ha logrado en la reproducción de este animal.
Corto ciclo reproductivo
Para proteger a este amenazado animal, los científicos han intentado reproducirlos en cautividad desde 1963, cuando nació el primer cachorro. Sin embargo, es complicado mantener una población estable de animales en cautividad debido al corto ciclo reproductivo de las hembras. Sólo están en celo 72 horas al año y además, el periodo durante el que se pueden quedar preñadas se reduce a entre 12 y 24 horas. Para no desaprovechar estas pocas horas, los científicos mantienen un fuerte control sobre los animales, con observaciones exhaustivas y análisis de sangre diarios para monitorizar sus niveles de hormonas.
Tras estudiar el comportamiento sexual de estos animales, los investigadores se dieron cuenta de que a pesar de sus intentos, los escasos encuentros que se produjeron no acabaron en embarazo.
El pene de los machos es pequeño en relación a su tamaño por lo que las hembras deben adoptar una posición muy concreta para conseguir copular. Y por lo que observaron los investigadores, los pandas no parecen ser conscientes de esta situación.
Según la BBC, los esfuerzos para estimular las relaciones entre pandas fracasaron: desde vídeos para educarles sexualmente hasta viagra. Casi todas las técnicas fallaron e incluso provocaron que durante algunos encuentros los pandas se comportaran de manera agresiva.
Intercambio de gemelos
La inseminación artificial tampoco es una técnica sencilla en el caso de los pandas. Los investigadores llevaron a cabo una técnica conocida como 'twin swapping' (algo así como intercambio de gemelos). La mayor parte de los pandas dan a luz a dos crías, aunque sólo cuidan de una de ellos pues no pueden alimentar a más de un cachorro a la vez.
Los científicos trasladaron a las crías abandonadas al centro Chengdu, donde permanecían en incubadoras. Las crías eran intercambiadas, de forma que las dos pudieran ser cuidadas por la madre sin que ésta se diera cuenta. La tasa de supervivencia aumentó en un 98% gracias a la combinación del cuidado materno y de la incubadora.
Los conservacionistas creen que el número de pandas conseguido es suficientemente alto como para empezar a llevar a cabo programas de reintroducción en el medio salvaje.
FUENTE:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/06/ciencia/1291657060.html
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