Un equipo internacional de científicos ha descrito la imagen más completa del antes y el después de una zona de terremotos con un mapa láser. Se trata de una nueva herramienta para los geólogos de cara a estudiar cómo los terremotos cambian el paisaje y para observar cómo se comportan fallas sísmicas.
Para el estudio, que ha sido publicado en «Science», los expertos han utilizado los datos de un terremoto de magnitud 7,2 que tuvo lugar cerca de Mexicali, en el norte de México, en abril de 2010. El equipo, sobrevoló la zona con el sistema Light Detection and Ranging, que rebota un flujo de pulsos de láser desde la tierra y puede medir características de la superficie con una precisión de unos pocos centímetros.
Así, los investigadores fueron capaces de hacer un análisis detallado de 140 kilómetros cuadrados en menos de tres días. Desde el suelo, características como el acantilado de 1,5 metros, que se creó cuando una parte de una ladera abrupta se desplazó hacia arriba y hacia los lados, son fácilmente visibles; pero LiDAR también reveló la deformación de la superficie del suelo adyacente a las fallas, que anteriormente no pudo ser fácilmente detectada, y reveló el plegado encima de la falla que recorre los campos agrícolas de la llanura inundada del Río Colorado.
Los miembros del equipo utilizaron una herramienta de «realidad virtual» del Centro W.M. Keck para la Visualización Activa en Ciencias de la Tierra de la Universidad de California, en Davis, para manejar y ver los datos del estudio -mediante la comparación del pre y post terremoto, pudieron observar exactamente dónde y cuánto se movió el suelo. El estudio también reveló la deformación de todo el sistema de pequeñas fallas que causaron el terremoto, y permitió realizar mediciones que proporcionan claves para entender cómo ocurren estos terremotos múltiples.
El terremoto de 2010 en Mexicali no ocurrió en una falla importante, como la falla de San Andrés, sino a través de una serie de pequeñas fallas en la corteza terrestre. Estos movimientos leves son comunes alrededor de las fallas más importantes, aunque, según Oskin, suelen ser «subestimadas». Ken Hudnut, geofísico del Servicio Geológico de EE.UU. y coautor del artículo, hizo el primer uso del LiDAR aerotransportado hace unos 10 años para documentar la superficie de las fallas del terremoto de Hector Mine -sin embargo, existían datos escasos de antes del terremoto. Desde entonces, NCALM ha llevado a cabo exploraciones LiDAR del sistema de San Andrés (el «Proyecto B4») y otras fallas activas en el oeste de los EE.UU., estableciendo así una preparación para futuros terremotos.
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