A partir de huesos de aceituna calcinados, un equipo de investigadores españoles ha creado pantallas acústicas para atenuar el ruido del tráfico ferroviario y de carretera. Es el resultado del proyecto Panolston desarrollado por el Instituto del Transporte y Territorio de la Universitat Politècnica de València y la empresa Precon S.A.
“Hemos comparado el comportamiento acústico con respecto a las pantallas fabricadas tanto con hormigón poroso convencional, como con madera o lana de roca con chapa perforada y su capacidad de absorción es altamente competitiva. Esta pantalla es capaz de dar solución para atenuar el ruido de los trenes, tranvías, metro, coches, etc. y además permite dar una nueva salida y poner en valor un subproducto agrícola como son los huesos de aceituna”, apunta Julia Real, investigadora de la UPV.
Para la obtención de estas pantallas acústicas, los investigadores analizaron el comportamiento del material, evaluando también la dosis óptima para obtener la máxima absorción del ruido posible. Para ello, analizaron diferentes tipos de hueso disponibles en el mercado: triturado crudo, calcinado entero y una mezcla de ambos.
Posteriormente, fabricaron muestras con cada tipo (100% hueso) y las sometieron a ensayos de caracterización acústica y físico-mecánica (resistencia a compresión simple, densidad, reacción al fuego y resistencia al impacto). “De estas primeras pruebas concluimos que el mejor comportamiento, tanto acústico como físico-mecánico, lo aportan los huesos calcinados enteros”, añade Julia Real.
En su estudio, evaluaron también la proporción óptima de hueso calcinado y de árido natural (tipo arena o grava) para conseguir la máxima absorción acústica y el mejor comportamiento físico-mecánico.
“De todo nuestro trabajo concluimos que variando la proporción de hueso y empleando como árido natural únicamente la fracción 4/10 es posible cubrir distintas bandas de frecuencia, desde la del ruido de la Alta Velocidad hasta la de un coche, con el mayor coeficiente de absorción (la fracción 4/10 es como se suele denominar al árido tamaño grava, es decir, árido con tamaño de partículas comprendido entre 4 mm y 10 mm).
En todos los casos los coeficientes de absorción alcanzan valores superiores a 0.80, lo que pone de manifiesto el alto poder absorbente del nuevo material y la versatilidad en la elección de la dosificación en función del tipo de ruido que exista en el emplazamiento concreto”, explica Julia Real.
Asimismo, los investigadores de la UPV han comprobado que la forma superficial de la capa porosa también influye notablemente en la capacidad de absorción de la pantalla. Por este motivo, se prevé la realización de un catálogo de pantallas fonoabsorbentes en el que se incluyan todas las variables que pueden ser modificadas y ayuden a la obtención de un producto optimizado en cada zona.
”Se puede ajustar la dosificación y la forma superficial de la pantalla con el fin de actuar sobre el ruido de frecuencias que se desea absorber, ya sea el que genera el tráfico ferroviario de alta velocidad, el de las carreteras, etc. concluye Julia Real.
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