Todo son achaques cuando se cumplen 4.700 años entre los rigores del desierto. La pirámide escalonada del faraón Zoser (2687 a.C - 2668 a.C.), maltrecha tras sobrevivir a un terremoto en 1992, se mantiene en pie con la ayuda de unos enormes 'airbags' mientras un equipo de expertos británicos y egipcios trabaja en su estructura para curar las heridas.
La primera gran construcción en piedra del mundo lleva cuatro años postrada en un quirófano. Una prueba de rayos láser dictaminó que la pirámide, levantada en la III dinastía por el sumo sacerdote Imhotep, tenía un elevado riesgo de colapso. La edificación, menos majestuosa que el trío de la meseta de Giza, es el resultado de la superposición de seis mastabas, una estructura truncada de adobe en forma piramidal en cuya cámara subterránea estaba ubicada la tumba real.
Sita a unos 25 kilómetros al sur de El Cairo, la pirámide más popular de la necrópolis de Saqara se sometía desde 2007 a un lento lavado de cara al mismo tiempo que los ingenieros buscaban el modo de reforzar su castigado esqueleto.
Tecnología militar
"Nos enfrentábamos a un problema poco habitual: contar con toneladas de piedras irregulares dispuestas a presión en la abertura de 8 metros cuadrados que forma el techo de la cámara funeraria", explica a ELMUNDO.es el experto Peter James, director de Cintec, la compañía británica encargada de estabilizar su estructura. "La cuestión era cómo asegurar los bloques sin mover ni cambiar ninguna de las fuerzas que actúan sobre ellos. Cualquier modificación podría haber provocado un hundimiento inmediato", agrega.
La empresa de ingeniería, que ha trabajado anteriormente en el Palacio de Buckingham o la Casa Blanca, halló la solución en la innovación empleada por las tropas británicas en Afganistán. El invento consiste en una bolsa de agua que ayuda a amortiguar el efecto de los artefactos explosivos. Fabricadas con el mismo tejido y adaptadas a las diferentes formas de la cúpula de la cámara funeraria, 18 enormes bolsas de aire han sido colocadas en el interior de la pirámide con el objetivo de "impedir que la estructura ceda ante las cargas de compresión".
Proteger el esqueleto de la pirámide
Una vez consolidado el armazón, este soporte provisional ayudará al equipo -que rehabilitó el castillo de Windsor tras el incendio de 1993- a restaurar el techo de la cámara funeraria que, debido a las fuerzas sísmicas, había perdido su forma plana hasta convertirse en "una cúpula invertida que carecía de apoyos y podría haberse desplomado en cualquier momento", relata James.
Según Hasam Iman, ingeniero del equipo egipcio, el proyecto rehabilitará un complejo sistema de galerías subterráneas y almacenes y once pozos de 32 metros, entre ellos, el que alberga la cámara funeraria del rey, de siete metros de anchura y construida en granito con revestimiento en yeso.
Recuperar a la madre de todas las pirámides aún necesitará tiempo. James enumera las siguientes fases: "Recolocaremos las piedras y, mediante la perforación en seco, instalaremos una red con anclajes de acero de 2 a 3 metros para evitar que las piedras caigan a la cámara funeraria incluso en caso de cargas sísmicas".
Con el corazón a salvo, el faraónico plan de restauración sólo finalizará cuando la pirámide luzca una apariencia remozada, resultado de un trabajo de 'lifting' a base de limo y piedra que permanece paralizado desde la revolución del pasado enero.
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