¿Y si la materia oscura no importa? Para todo aquellos escépticos, un matemático italiano ha conseguido lo nunca antes visto. El hombre ha llegado a través de una serie de fórmulas complejas y con extraordinaria similitud, trazar las curvas de la rotación de las galaxias espirales sin necesidad de materia oscura.
Dicho de otra forma, a través de sus cálculos, el matemático ha representado la fuerza que mantiene unidas a las galaxias sin la necesidad de materia oscura. El trabajo de Carati frente al razonamiento deductivo de toda la comunidad científica.
Hasta ahora todos los experimentos científicos tenían a la materia oscura como parte esencial del entendimiento de las galaxias, para explicar aquello que no vemos. Si contamos la cantidad de masa en las galaxias espirales como la nuestra y luego tomamos el modelo de su rotación, obtenemos una imagen muy diferente a la que empíricamente se observa. La cantidad de masa en el centro de las galaxias espirales es enorme pero las estrellas exteriores se mueven alrededor de los discos galácticos con tanta rapidez que deberían volar hacia el espacio interestelar.
Para que nos hagamos una idea, los objetos visibles en el centro de la Vía Láctea sólo contienen alrededor del 10 al 20% de la masa necesaria para explicar las curvas de rotación de las estrellas exteriores. El resto de masa de las mismas, lo “invisible”, se ha concluido que es la materia oscura.
Desde 1933, momento en el que Frit Zwicky propusiera la materia oscura como la evidencia de masa no visible, los estudios de la ciencia han intentado acercar al máximo sus números. Hoy y según las observaciones actuales de estructuras mayores que una galaxia, la materia oscura constituye el 21% de la masa del Universo observable. Y aquí es cuando aparece el matemático Carati para poner en duda todo lo dicho anteriormente.
La razón no es otra que las matemáticas y los cálculos conseguidos ajustando los modelos casi a la perfección. Carati dice esencialmente que las curvas de rotación se pueden explicar por la influencia de la materia en las galaxias lejanas. Un razonamiento que podría parecer absurdo conceptualmente si pensamos que cualquier influencia gravitatoria ejercida desde el exterior de la galaxia debería en todo caso ayudar a tirar de la galaxia a parte, no a mantenerla unida.
Y es aquí donde el hombre lo cambia todo. Sus matemáticas encajan muy bien con lo que podemos observar de la rotación galáctica. Se ajusta a varias realidades y demuestra que las curvas de rotación galáctica se ajustan mejor a los valores observados de al menos cuatro galaxias conocidas, todo ello en base a la influencia gravitatoria de la materia lejana, sin necesidad de apelar a la materia oscura.
De sus cálculos, la comunidad científica se ha mostrado bastante escéptica y saca las siguientes cuatro conclusiones:
- Hay tantas galaxias por ahí que no es difícil encontrar cuatro galaxias que se ajusten a las matemáticas.
- Las matemáticas de Carati se han adaptado para coincidir con los datos ya observados anteriormente.
- Sus cálculos no funcionan.
- O bien, y por último, la interpretación del autor y sus datos pueden ser objeto de debate y sus matemáticas realmente están en lo cierto.
A partir de aquí, el debate está abierto. La idea de que gran parte de lo que entendemos acerca de la física pueda ser explicado con algunos cálculos matemáticos inteligentes no parecía, o quizá no puede ser probable. En cualquier caso, sus cálculos abren un amplio debate.
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