Las islas del Caribe han servido desde hace más de dos siglos como laboratorios naturales y auténticos paraísos biológicos. En una de ellas, Cuba, se acaban de descubrir dos nuevas especies para la ciencia pertenecientes a la familia de las orquídeas.
Investigadores de la Universidad de Vigo, en colaboración con la Unidad de Servicios Ambientales del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, de Cuba, han hallado estas dos especies, Tetramicra riparia y Encyclia navarroi, en la zona oriental y occidental de la isla respectivamente. La segunda, de flores considerablemente grandes, fue la primera descrita por el grupo investigador. Un año después descubrieron Tetramicra riparia, distinta a la anterior por tener flores muy pequeñas.
"Destaca su extraordinaria capacidad para interaccionar con distintos tipos de polinizadores. A diferencia de la mayoría de las plantas, muchas orquídeas no producen néctar u otras sustancias que sirven de recompensa para los insectos y aves que las visitan", explica Ángel Vale, investigador de la Universidad de Vigo y coautor de los trabajos que publican las revistas 'Systematic Botany' y 'Annales Botanici Fennici'. A pesar de ello, los visitantes florales se sienten atraídos por sus colores y formas, lo que permite la reproducción sexual de estas plantas. Esto se conoce como polinización por engaño.
El grupo de investigación de Ecología y Evolución de Plantas de la Universidad de Vigo, al que pertenece Vale, investiga las consecuencias ecológicas y evolutivas de la polinización por engaño en orquídeas endémicas de las Antillas Mayores: Cuba, Jamaica, La Española y Puerto Rico. Uno de las incógnitas que pretenden despejar es si los grupos de orquídeas engañadoras poseen mayor diversidad taxonómica y genética que otras especies productoras de néctar.
La polinización por engaño permite que estas flores reciban muy pocas visitas de abejas, "una razón fundamental para garantizar la conservación de estas plantas, y también para proteger las poblaciones de sus polinizadores", subraya el científico.
Estos dos nuevos descubrimientos se suman a la extraordinaria variedad de orquídeas en el mundo. Se estima que existen entre 25.000 y 30.000 especies de estas plantas. Sin embargo, los mecanismos que explican esta abrumadora diversidad apenas comienzan a conocerse.
Con este estudio, además, pretenden reconstruir la incierta historia evolutiva de estas plantas. Por ejemplo, T. Riparia posee rasgos propios de un subgénero endémico de Cuba, sin embargo, "su forma de crecimiento es muy semejante a la de un grupo más extendido y que parece haber divergido en la vecina isla de La Española. Nuestro trabajo ofrece evidencias moleculares sobre un mayor parentesco de T. riparia con estas especies de la isla vecina. Esto está en consonancia con la historia geológica del Caribe insular, según la cual el extremo oriental de Cuba estuvo en estrecho contacto con ese territorio", apunta Vale.
Actualmente los científicos intentan estimar hace cuántos millones de años se originaron esta y otras especies caribeñas. Esto permitirá testar si el ancestro de esta especie ya vivía en Cuba o si, por el contrario, evolucionó a partir de un antepasado que colonizó la isla desde archipiélagos vecinos.
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