23 ene 2013

Marte podría haber albergado vida


Minerales encontrados en el subsuelo de Marte, en una zona situada a más de tres kilómetros por debajo de la tierra, constituyen la evidencia más firme hallada hasta ahora de que el planeta rojo podría haber albergado vida. Por eso, los científicos señalan que se debe seguir investigando en las profundidades marcianas, para determinar si este planeta tuvo o no formas de vida. Las probabilidades aumentan si se tiene en cuenta que la mitad de toda la vida en la Tierra está constituida por microorganismos simples que habitan rocas situadas bajo la superficie, a salvo de las adversidades de la intemperie.


situada a más de tres kilómetros por debajo de la tierra, constituyen la evidencia más firme hallada hasta ahora de que el planeta rojo podría haber albergado vida, señala una investigación cuyos resultados han sido publicados por la revista Nature Geoscience

La mitad de toda la vida en la Tierra está constituida por microorganismos simples, que habitan rocas situadas bajo la superficie de nuestro planeta. Desde hace algún tiempo, los científicos han sugerido que lo mismo podría ocurrir en Marte. Ahora, esta teoría es respaldada por un nuevo estudio que sugiere que los ingredientes para la vida han estado presentes en el subsuelo durante gran parte de la historia marciana. 

Cuando los meteoritos chocan con la superficie de Marte, actúan como sondas naturales, al extraer rocas originalmente situadas muy por debajo de la superficie del planeta. Investigaciones recientes han demostrado que muchas de estas rocas sustraídas por impacto del subsuelo marciano contienen arcillas y minerales cuya composición química ha sido alterada por el agua, un elemento esencial para la vida. 

Por otra parte, algunos cráteres profundos de Marte han actuado como cuencas en las que parece que las aguas subterráneas emergieron dando lugar a lagos. El cráter McLaughlin, que se describe en el presente estudio, es una de estas cuencas. Contiene arcillas y minerales del grupo de los carbonatos, formados por fluidos, que podrían albergar pistas sobre si hubo o no vida bajo la superficie del planeta. 

En la Tierra como en Marte 

"No sabemos cómo se formó la vida en la Tierra, pero es concebible que se originara bajo la superficie, al resguardo de las duras condiciones de la Tierra primitiva. Debido a la tectónica de placas, sin embargo, el primer registro geológico terrestre se encuentra mal conservado, así que nunca sabremos qué procesos llevaron al origen de la vida y a su evolución inicial ", explica Joseph Michalski, autor principal del estudio y geólogo del Museo de Historia Natural de Londres en un comunicado de la Universidad de Stony Brook (Estados Unidos). 

"La exploración de estas rocas en Marte, donde el registro geológico antiguo está mejor conservado que en la Tierra, sería como encontrar una pila de páginas arrancadas del libro de la historia geológica terrestre. Si el registro geológico de Marte contiene o no vida, el análisis de este tipo de rocas sin duda nos enseñará muchísimo acerca de los procesos químicos iniciales del sistema solar”, añade Michalski. 

Evidencias de agua subterránea 

Deanne Rogers , profesora del Departamento de Geociencias de la Universidad de Stony Brook y co-autora de este estudio, utilizó datos del Espectrómetro de Emisión Térmica de la Mars Global Surveyor de la NASA y del Sistema de Imágenes de Emisión Térmica del orbitador Mars Odyssey, para detectar e identificar estos minerales del subsuelo. Los registros obtenidos demostraron ser consistentes con un entorno acuoso continuo en el suelo del cráter McLaughlin. 

"Nuestra comprensión de Marte está cambiando muy rápidamente con todos los datos acumulados por las nuevas misiones", señala Rogers. "Ha habido varias observaciones y modelos recientes que señalan la posibilidad de que hubiese una gran reserva de agua subterránea en el pasado de Marte, y tal vez en su presente. Así que era de esperar que cuencas profundas, como McLaughlin, que atraviesan la capa freática, contengan evidencias de esta agua. Y este estudio ha hallado esas evidencias".

Hay que seguir profundizando para encontrar vida 

La exploración actual de Marte está centrada en la investigación de los procesos de su superficie, porque las rocas sedimentarias tienen más probabilidades de presentar las mejores evidencias de habitabilidad. 

Las pruebas sugieren, sin embargo, que el ambiente de la superficie marciana ha sido bastante inhóspito para la vida durante miles de millones de años. 

En futuras misiones, los científicos podrían optar por analizar también rocas relacionadas con el subsuelo, o tal vez ambos tipos de roca para cubrir áreas en las que las rocas sedimentarias se formasen gracias a fluidos del subsuelo. 

Michalski concluye: "En este artículo, presentamos un argumento decisivo para la exploración del subsuelo marciano, al igual que la superficie del planeta rojo. Pero yo personalmente no creo que debamos tratar de perforar el subsuelo en busca de vida antigua. En cambio, podemos estudiar las rocas que han sido desplazadas de forma natural hasta la superficie de Marte, como consecuencia del impacto con meteoritos, y buscar cuencas profundas a cuyas superficies hayan accedido los fluidos”. 

Un conocimiento interdependiente 

Otro de los coautores de la investigación, John Parnell, geoquímico de la Universidad de Aberdeen, comenta: "Esta investigación ha demostrado cómo los estudios de la Tierra y Marte son interdependientes. Lo que hemos observado de los microbios que viven bajo continentes y océanos de la Tierra nos permite especular sobre los hábitats de formas de vida del pasado de Marte, que a su vez nos muestran cómo pudieron vivir las formas de vida terrestre primitivas. Sabemos por la historia de la Tierra que los planetas enfrentan condiciones traumáticas, como eras heladas o la colisión con meteoritos, en las que la supervivencia puede depender de estar muy por debajo del suelo. Así que tiene sentido buscar pruebas de vida en ese ambiente subterráneo, en los registros geológicos tanto de la Tierra como de Marte. Pero una cosa es hacerlo en nuestro planeta… necesitamos ser inteligentes y hacerlo también en Marte".


Referencia bibliográfica: 
Joseph R. Michalski, Javier Cuadros, Paul B. Niles, John Parnell, A. Deanne Rogers, Shawn P. Wright. Groundwater activity on Mars and implications for a deep biosphere. Nature Geoscience (2013). DOI:10.1038/ngeo1706.


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