En torno al año 775 después de Cristo, la Tierra recibió el impacto de una explosión masiva de rayos gamma, la detonación más potente conocida en el Universo. Este descubrimiento se hizo el año pasado, pero ahora, una nueva investigación revela su verdadero origen: la radiación llegó del espacio procedente de la unión de dos agujeros negros, o dos estrellas de neutrones.
El año pasado, varios investigadores hallaron árboles en Japón que contenían una cantidad inusual de un tipo radioactivo de carbono, conocido como carbono-14. Se encontraron también restos radiactivos excesivamente altos en el hielo de la Antártida.
Estos isótopos radiactivos se crean cuando una radiación muy intensa impacta en la parte superior de la atmósfera. Hasta ahora se habían ofrecido varias explicaciones para el fenómeno, desde una supernova (una explosión de estrellas) o un rayo del Sol inusualmente potente que hubiera llegado a la Tierra.
Sin embargo, una nueva investigación de científicos alemanes, sugiere que en realidad el motivo fue una explosión masiva dentro de la Vía Láctea provocada por la unión o colisión de dos agujeros negros o dos estrellas de neutrones.
El descubrimiento es importante porque las explosiones de rayos gamma son uno de los eventos más raros del Universo, y podría dar lugar a comprender mejor la evolución del mismo. Se calcula que estas explosiones de rayos gamma solo ocurren, como mínimo, una vez cada millón de años en una Galaxia.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario