La Universidad de Zaragoza ha participado en una expedición a la Antártida con un estudio que permitirá cuantificar de forma precisa la contaminación química del agua. La investigación permitirá definir la contaminación real, no sólo mediante niveles globales, como ocurre hasta ahora, sino indicando el nivel de toxicidad, en función de si los metales están disueltos en el líquido o se encuentran asociados a coloides o plantas. Los investigadores compararám el fitoplancton antártico con el de mares cálidos alterados por el ser humano.
El Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón de la Universidad de Zaragoza, que dirige Juan Ramón Castillo, ha desarrollado una metodología analítica adecuada para determinar la presencia de estos biocatalizadores en el fitoplancton, así como su distribución y su papel en la fotosíntesis.
En concreto, el grupo de investigación Espectroscopía Analítica y Sensores, que a su vez coordina Castillo, comparará los resultados del análisis de las muestras de microalgas recogidas en el Polo antártico con los procedentes de mares cálidos e incluso de agua dulce, más alterados por el ser humano.
El principal objetivo del proyecto es el desarrollo de nueva metodología analítica para la caracterización de especies químicas metálicas (cinc, manganeso, hierro, selenio, cadmio, etc), asociadas al llamado fitoplancton marino y otros tipos de materia orgánica natural, tanto en agua de mar, como sedimentos marinos, y agua dulce que desempeñan un papel fundamental en los procesos bioquímicos de fotosíntesis.
Con el estudio se pretende averiguar cuál es la distribución de estos metales y su papel en la fotosíntesis, proceso con el que se consigue la eliminación de casi el 50% del CO2 que se emite a la atmósfera.
La caracterización de dichas especies químicas resulta de gran importancia también para definir la biodisponibilidad, movilidad y posible toxicidad de las nanopartículas, macromoléculas y biocoloides contenidos en medios acuosos naturales.
Operación Skua
La expedición denominada Operación Skua, coordinada por Castillo y desarrollada en la Antártida desde el 9 de enero al 7 de febrero de 2010, se ha desarrollado a lo largo de dos mil millas por el Archipiélago Palmer, Islas Melchior, Isla Brabant, Archipiélago Wilhelm, Isla Adelaide, Peninsula Arrowsmith y Coast Davis de la península Antártica.
En esta expedición se han recogido muestras de fitoplancton, microalgas, agua de mar y sedimentos, que se conservan en neveras, a una temperatura de 5ºC. Estos ejemplares van a ser estudiados mediante nuevas técnicas de Ionización en Plasma– Espectrometría de Masas, Cromatografía Líquida de Alta Resolución, Ablación láser–Espectrometria de Masas, Electroforesis bidimensional, Isotacoforesis y Técnicas Voltamperométricas.
Este proyecto, denominado “Especiación multielemental química y funcional en nanopartículas, macromoléculas y biocoloides en medios acuosos pseudo-multifase”, cuenta con el respaldo del Plan Nacional del Ministerio de Ciencia e Innovación. Además del grupo aragonés, también participan el grupo de la Universidad de Santiago de Compostela, dirigido por Pilar Bermejo, e investigadores del Departamento de Biotecnología Marina de la Universidad de Las Palmas, encabezados por la doctora M. Benavides.
La expedición ha tenido también un carácter internacional, al participar grupos científicos ingleses y franceses, que trabajan en otros proyectos de magnetismo terrestre y en observaciones sobre biodiversidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario