Un grupo de paleontólogos ha encontrado una criatura, mitad dinosaurio mitad animal, que ha resultado ser el pariente más lejano de los terribles seres jurásicos. Este especimen, al que han denominado Asilisaurus kongwe, vivió hace 243 millones de años, 10 millones de años antes de que lo hiciera el primero de los dinosaurios conocidos y, aunque comparte con ellos muchas de sus características, los científicos lo sitúan justo en el exterior de su árbol geneaológico. Es decir, que no acaba de entrar en la foto familiar, como los chimpancés tampoco aparecen en la nuestra. El descubrimiento sugiere que los dinosaurios y los reptiles voladores pudieron haber pisado la Tierra mucho antes de lo que se creía.
Los restos del Asilisaurus kongwe (el nombre significa, más o menos, anciano antepasado del lagarto en Swahili), descritos en la revista Nature por Sterling Nesbitt, investigador de la Universidad de Texas, fueron descubiertos al sur de Tanzania. En el yacimiento aparecieron huesos fósiles de 14 individuos, lo que hizo posible la reconstrucción de un esqueleto casi entero, con la excepción de porciones de la calavera y la mano. Los ejemplares medían entre medio metro y un metro de alto y de uno a tres de largo. Pesaban de diez a treinta kilos. Caminaban sobre cuatro patas y lo más probable es que comieran plantas o una combinación de plantas y carne.
Ancestros comunes
El Asilisaurus es parte de un grupo de hermanos de los dinosaurios conocidos como Silesaurus, que comparten muchas de las características de los dinosaurios pero que todavía carecen de un gran número de sus rasgos clave. La relación entre los Silesaurus y los dinosaurios es análoga al estrecho parentesco entre los seres humanos y los chimpancés. A pesar de que los dinosaurios más antiguos descubiertos hasta ahora tienen sólo 230 millones de años, la presencia de sus parientes más cercanos 10 millones de años antes implica que los Silesauros y el linaje de los dinosaurios ya se había separado de ancestros comunes hace 240 millones de años. Los Silesaurus continuaron viviendo junto a los primeros dinosaurios durante gran parte del Período Triásico.
En sendos casos, las ramas evolucionaron de animales que eran originariamente carnívoros y que después optaron por una dieta más saludable. Aunque es difícil de demostrar, los científicos creen que este cambio pudo haberles aportado una ventaja evolutiva, ya que un ecosistema sustenta con más facilidad a los comedores de plantas que a aquellos que se alimentan de carne.
En el yacimiento de Tanzania fueron descubiertos junto al Asilisaurus kongwe una serie de primitivos parientes de los cocodrilos. La presencia de estos animales juntos en el mismo momento y lugar sugiere que la diversificación de los familiares de los cocodrilos y las aves fue rápida y ocurrió antes de lo que se creía. «Todo el mundo ama a los dinosaurios- dice Nesbitt-, pero esta nueva evidencia sugiere que en realidad eran sólo uno de los grandes grupos de animales del Triásico». A juicio del experto, «esto demuestra que hay grupos enteros de animales por ahí de los que aún no hemos encontrado ni siquiera indicios. Es emocionante saber que todavía hay oportunidades de nuevos descubrimientos».
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