Las impresoras en 3D son algo bastante sorprendente y, sobre todo, vistoso porque poder “imprimir” objetos tridimensionales es algo que se sale de lo normal y, teniendo en cuenta esto, solemos asociar las impresoras 3D a dispositivos que son muy caros y que quedan fuera de cualquier presupuesto. Pensando en que una impresora 3D no tenía que ser cara, Brook Drumm pensó que podría construir algo que fuese barato y se puso manos a la obra para construir el Printrbot, una impresora 3D de bajo coste y sencillo ensamblaje que podría ser el germen de una interesante idea de negocio.
Drumm, basándose en otros proyectos existentes en la red sobre impresoras 3D con componentes en software libre, ha desarrollado una impresora en forma de kit que puede ensamblarse en menos de 2 horas y tiene un coste de menos de 500 dólares (poco más de 350 euros), algo que hasta ahora nadie había conseguido y que podría democratizar mucho el acceso a este tipo de dispositivos. Viendo el proyecto me ha recordado un poco a la historia de los primeros computadores, como el Altair 8800, que también se distribuyeron en forma de kits para los aficionados.
La idea es estupenda y los vídeos del desarrollo y calibración de la impresora muestran un dispositivo que, aunque da una imagen muy primaria, ofrece unos resultados bastante buenos, sobre todo si tenemos en cuenta que es, básicamente, una idea de garaje. Precisamente, pensando en que su impresora pudiese ser el germen de una idea de negocio, Drumm recurrió a Kickstarter para buscar financiación en forma de pequeñas donaciones que le permitiesen desarrollar una fabricación de kits a gran escala y, gracias a este sitio web, obtuvo un resultado sorprendente.
Si la idea era buena, la respuesta obtenida por parte de la gente ha sido mucho mejor porque, en apenas dos días, 243 personas han aportado un 200% más del capital que había estimado Drumm para acometer el siguiente paso del proyecto. Concretamente, de los 25.000 dólares solicitados, gracias a esta financiación en modo crowdsourcing, se han recaudado 84.420 dólares, una cantidad de dinero nada despreciable que abre las puertas a múltiples posibilidades y, sobre todo, dan una buena base para arrancar una idea de negocio.
Es impresionante cómo una buena idea puede encontrar financiación gracias a la red y al crowdsourcing, ¿será Printrbot el germen de las impresoras 3D de ámbito doméstico? Quién sabe pero, por ahora, parece que sí será la semilla de una empresa que “nació en un garaje”.
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