Un equipo israelí ha logrado crear y desarrollar en laboratorio una gran cantidad de células del sistema circulatorio a partir de células madre embrionarias, que podrían ser empleadas para el tratamiento de dolencias cardíacas y vasculares.
Los investigadores, encabezados por Josef Itskovitz-Eldor, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Rambam, y Ayelet Dar-Vaknin, del Laboratorio de Células Madre de la Facultad de Medicina del Technion, ambos en la ciudad norteña de Haifa, lograron producir unas células del sistema circulatorio conocidas como "pericitos".
Estas células desempeñan un papel crucial en la construcción y funcionamiento de los vasos sanguíneos.
De acuerdo a un comunicado del Centro Médico Rambam, los científicos crearon pericitos durante una etapa de diferenciación de células madre embrionarias, utilizando marcadores característicos encontrados en las membranas de las mismas.
Cuando este tipo de células fueron inyectadas a los músculos de las patas de ratones cuyos vasos sanguíneos habían quedado prácticamente bloqueados, los pericitos lograron desarrollar nuevos vasos y rehabilitar las células del músculo que habían quedado dañadas por falta de oxigenación adecuada.
El experimento -añade la nota- simula el tratamiento de músculos o membranas dañados como resultado de perturbaciones en el suministro sanguíneo, un fenómeno relacionado con enfermedades tan extendidas como las cardíacas o vasculares, o la diabetes.
Los pericitos fueron producidos a partir de células madre embrionarias originadas de óvulos fecundados donados para la investigación y de células madre inducidas, que son aquellas tomadas de adultos y reprogramadas a través de la manipulación genética para que adopten propiedades embrionarias.
Éstas últimas son similares a las células madre embrionarias que pueden ser obtenidas de prácticamente cualquier célula en el cuerpo y pueden convertirse en casi cualquier tipo de célula del cuerpo.
La investigación ha sido publicada en la revista especializada "Circulation", de la American Heart Association.
Sus autores apuntan a que se trata de un descubrimiento crucial tanto para el entendimiento del proceso de creación y desarrollo de los vasos sanguíneos, como para el tratamiento de enfermedades que impiden una correcta circulación al corazón, extremidades y otras partes del cuerpo.
"Esta investigación supone un gran avance con numerosas implicaciones en varios campos. El camino hasta su aplicación en pacientes es largo, pero veo un tremendo potencial que será llevado a la práctica en pocos años", refiere el profesor Rafi Beyar, director del centro Rambam.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario