En el Tangible Media Group del MIT Media Lab están trabajando en un impresionante proyecto de nombre ZeroN con el que están desarrollando una nueva forma de interfaz de interacción hombre-máquina que nos permitirá tocar y manejar objetos reales “suspendidos en el aire” para controlar sistemas de información o simulaciones, los “interfaces tangibles”.
En más de una ocasión hemos abordado el tema de los interfaces de usuario del futuro, algo en lo que están trabajando en múltiples centros de investigación y prospectiva tecnológica. Hologramas, sistemas táctiles o sistemas de realidad aumentada son algunas de las tecnologías que hemos visto materializarse en proyectos como Holoflector, Vermeer de Microsoft Research o el Project Glass de Google.
En más de una ocasión hemos abordado el tema de los interfaces de usuario del futuro, algo en lo que están trabajando en múltiples centros de investigación y prospectiva tecnológica. Hologramas, sistemas táctiles o sistemas de realidad aumentada son algunas de las tecnologías que hemos visto materializarse en proyectos como Holoflector, Vermeer de Microsoft Research o el Project Glass de Google.
¿En qué consiste este proyecto? ZeroN es un sistema que crea una zona “de ingravidez”
que se aprovecha para poder manejar con total libertad un objeto real y
que sus movimientos sean captados para su repetición o que sirvan de
estímulo a un programa o a una simulación. Concretamente, ZeroN está
basado en un solenoide
que genera un campo magnético controlado por un ordenador y que
mantiene “en el aire” una esfera metálica, que es la que utiliza el
usuario a modo de puntero.
La peculiaridad de ZeroN es que deja a un lado la realidad aumentada o
los hologramas y basa el sistema en objetos reales y un sistema de
proyección que es utilizado para dibujar trayectorias o para realizar
una simulación, por ejemplo, de la sombra que proyecta el sol sobre un
edificio (haciendo que la esfera actúe de sol y colocando un bloque de
plástico o madera en la base de ZeroN para que haga las veces de
edificio).
ZeroN puede recordar los movimientos que ha seguido. Los movimientos físicos de la gente se pueden recopilar, almacenar y reproducir indefinidamente. Cuando un usuario realiza un movimiento en ZeroN, la esfera continua flotando y vuelve a reproducir el movimiento seguido. […] Con esta funcionalidad, ZeroN puede adoptarse en muchas aplicaciones: prototipos en animación, simulaciones, diseño 3D, etc. Gran parte del control que muchos usuarios ejercen con un ratón y una pantalla se pueden hacer tangibles y mucho más intuitivos
¿Y cómo funciona? Tal y como hemos comentado, el
núcleo de ZeroN es un gran imán, concretamente un solenoide, que genera
un campo magnético muy preciso y controlado por un computador (de hecho
ha sido diseñado por un investigador del MIT, Rehmi Post, del CBA)
que a su vez está sujeto por un sistema de posicionamiento que hace que
este solenoide siempre quede encima de la esfera metálica. Para
realizar el seguimiento, Jinha Lee,
responsable del diseño y construcción de ZeroN, se basó en varias
cámaras 3D de infrarrojos, como las de Kinect, para poder mantener
controlada la posición de la esfera y situar la fuente del campo
magnético siempre por encima (estas cámaras también sirven, por ejemplo,
para captar los movimientos de la esfera y repetirlos o realizar
movimientos de manera autónoma).
Vale la pena dedicar unos minutos a ver el vídeo de demostración y
así entender mucho mejor las posibilidades que puede ofrecer ZeroN como
muestra de una nueva generación de interfaces de usuario tangibles.
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