Su uso es frecuente en la región para golpear objetivos insurgentes en Afganistán y Pakistán, y ahora Nepal ha decidido recurrir a los aviones no tripulados conocidos como "drones" para proteger sus preciados tigres y rinocerontes.
En lugar de para la guerra, el Gobierno nepalí y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) quieren emplear los zánganos (significado de drone) para controlar desde el aire sus reservas naturales, a menudo emplazadas en lugares de acceso difícil.
El pasado mes, llevaron a cabo los primeros vuelos de prueba con dos aparatos en el Parque Nacional de Chitwan, una reserva de 942 kilómetros cuadrados situada en el sur del país.
"Planeamos utilizar zánganos con fines conservacionistas a partir de septiembre, si todo marcha de acuerdo con la hoja de ruta prevista", asegura en entrevista con Efe Diwakar Chapagain, responsable de fauna salvaje de la delegación nepalí de WWF.
Según las autoridades, será la primera vez que se utilizarán en el mundo aviones no tripulados con este objetivo. El zángano escogido para ello mide dos por 1,5 metros y ha sido desarrollado por los suizos Lian Pin Koh, un ecologista del Instituto Federal Suizo de Tecnología, y Serge Wilch, un biólogo de la Universidad de Zúrich.
Los expertos helvéticos visitaron Nepal para la prueba de vuelo y regresarán en los próximos meses para participar en el entrenamiento del personal local que controlará los aparatos.
Los zánganos suben a una altura de 2.000 metros después de ser lanzados como un avión de papel, y captan imágenes fijas y de vídeo, pueden volar generalmente entre 40 y 55 minutos y durante una distancia de 20 a 30 kilómetros en función de su elevación. "La distancia del vuelo y la altura deben ser programadas en el aparato antes del despegue. Una vez aterriza, los datos son transferidos a un ordenador", explica a Efe Gokarna Jungh Thapa, un funcionario de sistemas de información geográfica de WWF.
Estos zánganos, cuyo trayecto puede ser en zigzag o en círculos concéntricos, están hechos de plástico y poliestireno y cuestan aproximadamente 25.000 dólares. "Uno de los inconvenientes es que necesita un gran espacio para el aterrizaje -100 metros de largo y 10 de ancho- aunque, si no hay árboles, con 60 metros puede ser suficiente", afirma Chapagain.
Las autoridades usarán durante la fase inicial dos aviones en Chitwan y otros dos en el Parque Natural de Bardiya, en el suroeste, y no descartan emplearlo después para localizar al "escurridizo" leopardo de las nieves que habita en las montañas del norte. "Las imágenes nos dirán cosas cómo dónde se encuentran las concentraciones de rinocerontes en la reserva, de manera que podremos dirigir los esfuerzos a zonas determinadas", agrega Chapagain.
Nepal es conocido por albergar muchos de los picos más altos del planeta, ubicados en la cordillera del Himalaya, pero también acoge en su territorio una fauna diversa, entre la que se cuentan más de 500 rinocerontes unicornios y un centenar de tigres de Bengala.
Mediante los zánganos, el Fondo Mundial para la Naturaleza podrá ahora detectar movimientos humanos en el área y avisar en caso de sospecha al Ejército para impedir actividades de caza furtiva o deforestación.
De la misma manera, si un tigre u otro animal peligroso se acercara a una zona residencial habitada por humanos, las autoridades podrían enviar elefantes para espantarlos.
La inclusión del avión no tripulado entre el arsenal ecologista sigue a una serie de políticas del Gobierno nepalí en los últimos años orientadas a redoblar esfuerzos para proteger la fauna.
Según datos oficiales, en 2011 solo se registró, de hecho, un caso de caza ilegal de rinoceronte y otro de tigre, frente por ejemplo a los 37 rinocerontes muertos que se contabilizaron en 2002.
Los cazadores suelen llevarse el cuerpo entero del tigre, del que se aprovecha la piel y también algunas partes para medicina tradicional china; en el caso de los rinocerontes solo interesa el cuerno, tanto para fines curativos como ornamentales.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario