En el curso habitual de muchos tumores de próstata, el tratamiento eficaz con quimioterapia (docetaxel) suele ir seguido de una decepcionante recaída, en la que las células dejan de responder al fármaco. Investigadores españoles afincados en Nueva York (EEUU) acaban de aportar nuevas pistas que podrían cambiar este escenario.
Es más que habitual que los pacientes con un tumor de próstata hormonorefractario (que no responde a hormonas) reciban con éxito varias sesiones de docetaxel; hasta que por motivos que aún se desconocen las células tumorales aprenden a 'escapar' del control de los fármacos y se tornan resistentes.
Este escenario, inicio de un mal pronóstico para el paciente, es objeto de intensas investigaciones en laboratorios de todo el mundo. En uno de ellos, en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (EEUU), los españoles Josep Domingo-Domenech y Carlos Cordón-Cardó acaban de apuntar nuevas pistas que señalan como culpables a las células madre del cáncer.
Desde hace algún tiempo, estas células centran la atención de los investigadores, que vienen acumulando pruebas que demuestran que esta pequeña población de células malignas, con características embrionarias, son en realidad las verdaderas 'iniciadoras' y propulsoras del tumor.
Como ya se ha demostrado en otros tipos de tumor, Cordón-Cardó y Domingo-Domenech han demostrado que las células madre del cáncer de próstata no responden a la terapia con docetaxel, ni probablemente a tratamientos con otros fármacos o incluso con radioterapia. "Por sus propias características embrionarias, que las hacen indiferenciables, estas células están muy blindadas y disponen de varios mecanismos de protección que les impiden ser atacadas", explican a dúo ambos investigadores desde Nueva York.
Sin embargo, esos mismos mecanismos que les permiten ser resistentes a la quimioterapia, prosiguen, sí han podido atacarse desde otros flancos, como han demostrado con éxito en este ensayo que puede leerse en las páginas de la revista 'Cancer Cell'.
"Esas vías que nos permiten atacarlas tienen que ver precisamente con su carácter embrionario", explican, "puesto que son ricas en vías de señalización características de las células embrionarias, como Notch y Hedgehog". Es decir, combinando la quimioterapia (destinada de otra manera a fracasar) con dos inhibidores de Notch y Hedgehog que las hagan vulnerables previamente, lograron revertir con éxito las resistencias a docetaxel.
Como comentan ambos especialistas, la buena noticia es que este tipo de inhibidores ya están en pruebas en distintos ensayos autorizados tanto en Europa como en EEUU con un bajo nivel de toxicidad. "Por lo que ya hemos iniciado los contactos tanto con la industria, como con grupos cooperativos españoles para iniciar cuanto antes un ensayo clínico, que podría empezar en los próximos dos años", auguran.
Con este "nuevo paradigma", como ellos lo llaman, el futuro del cáncer pasará con toda probabilidad por una combinación de terapias, en las que estos inhibidores de las células madre del cáncer jugarán un papel clave para que otras terapias tradicionales (como la quimioterapia) tengan éxito. Porque, todo indica que estas células están presentes también en otros tipos de tumores, como el de mama o de pulmón; "con las mismas características embrionarias aunque probablemente con algunas vías de señalización distintivas".
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