El calor es uno de los enemigos más importantes que debe enfrentar cualquier sistema electrónico. En algunos casos, los sistemas de refrigeración son tan complejos que requieren instalaciones especiales, sin mencionar un trabajo de ingeniería formidable. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang ha descubierto un método para refrigerar componentes a través de un láser. De ser viable, el sistema puede alcanzar temperaturas equivalentes a la del helio líquido, y cambiar radicalmente la forma en que dispositivos de todo tipo se mantienen fríos durante su operación.
Ya hemos visto las consecuencias que puede tener en nuestros ordenadores el deterioro de la pasta térmica que se aplica entre procesadores y disipadores. También conocemos los sistemas de refrigeración requeridos en lugares como los centros de datos de Google y Facebook. Trabajar cerca de algo como un superordenador requiere protección acústica debido al impresionante ruido de los elementos que luchan a cada segundo por mantener a todo el conjunto en un umbral térmico aceptable. Ventiladores, corredores de viento, aire acondicionado, refrigerantes tóxicos, nitrógeno, helio... todo vale para mantener fríos a estos sistemas, y el costo asociado alcanza valores perturbadores.
Quien encuentre la forma de reemplazar todo eso con una tecnología compacta, eficiente, y relativamente barata, cambiará para siempre las reglas del desarrollo electrónico. Y de acuerdo a la última novedad proveniente de la Universidad Tecnológica de Nanyang, esa tecnología acaba de ser descubierta. ¿De qué se trata? De nada menos que refrigeración por láser. Parece una contradicción, porque el láser suele estar asociado a acciones como cortar, perforar, quemar y derretir, pero el nuevo láser puede enfriar a un objeto, en este caso, un semiconductor (sulfuro de cadmio, el mismo que se usa como pigmento) que pasó de 20 grados Celsius a -20 grados, una reducción de cuarenta grados en total. De acuerdo a los datos de la publicación, la refrigeración por láser tenía un amplio componente teórico, pero nunca había sido comprobada en laboratorio hasta ahora.
¿Qué puede surgir a partir de esto? Bueno, ¿por dónde empezar? Sistemas de resonancia magnética más compactos, dispositivos de visión nocturna que no estén “anclados” a su plataforma de refrigeración, y entre los ejemplos más extremos, procesadores capaces de “auto-refrigerarse”, reduciendo el impacto del calor a través de todo el sistema. Por sí sola, la reducción de 40 grados que han logrado en la Universidad de Nanyang es impresionante, pero si tomamos las palabras del profesor Xiong Qihua, líder del equipo responsable por este láser, existe la posibilidad de alcanzar temperaturas equivalentes a las del helio líquido (269 grados bajo cero). Definitivamente queremos ver esto a nivel comercial.
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