Este simpático perro de peluche se llama Sniff y es el proyecto de Sara Johansson, Timo Arnall y Einar Sneve Martinussen, tres estudiantes de la Escuela de Arquitectura y Diseño de Oslo. Aparte de salao, Sniff está lleno de tecnología, En su nariz se esconde un sensor de etiquetas RFID unido a un pequeño ordenador de a bordo.
El can de trapo está programado para reaccionar ladrando y vibrando de distinta manera cuando se le acerca su nariz a distintas etiquetas de radiofrecuencia. Originariamente, Sniff ha sido diseñado como un juguete que podría ayudar a niños con problemas de visión a encontrar lugares y objetos dentro de la casa. En realidad, el uso de etiquetas RFID aún no se ha generalizado pero, de conseguirlo, los usos de Sniff podrían multiplicarse hasta el punto de convertirse en un auténtico perro-guía para muchos niños.
Evidentemente, Sniff es un prototipo y no está disponible a la venta. Si hay alguien interesado en el proyecto puede hacerse con un libro en el que sus creadores explican los pormenores técnicos de este lazarillo de peluche.
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