Un estudio en conejos ha demostrado que se puede trasplantar el tejido cavernoso que hace posibles las erecciones, después de crearlo en el laboratorio a partir de las propias células del receptor.
El logro, conseguido por uno de los equipos más avanzados en medicina regenerativa, ha permitido que los animales tratados recuperen la función sexual y se reproduzcan.
La técnica podría mejorar los tratamientos contra la impotencia en hombres con órganos sexuales dañados por accidentes o enfermedades como el cáncer, señalan los autores. "La escasez de tejido eréctil para trasplantes impide a estos pacientes recuperar la función sexual", detalla el médico Anthony Atala, el experto en medicina regenerativa de EEUU que ha dirigido el trabajo.
Vejigas humanas
En 2006, el equipo de Atala en el Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa fue el primero en trasplantar con éxito un órgano previamente compuesto en el laboratorio a partir de células de un paciente. Se trataba de vejigas para niños con malformaciones congénitas debidas a la espina bífida. Atala reconstruyó los órganos a partir de un trozo de vejiga de cada donante. Extrajo células de la muestra, las cultivó y después dejó que se multiplicasen sobre una estructura tridimensional que reproduce la forma del futuro órgano. Una vez el andamio celular está cubierto con tejido, se implanta de nuevo en el paciente. La técnica puede regenerar multitud de órganos y el equipo de Atala estudia su aplicación para regenerar hasta 20 tejidos especializados.
El caso del pene es muy complejo. El tejido esponjoso que compone sus cuerpos cavernosos permite a este órgano hincharse una vez que sus células dan la señal para la entrada de sangre. Aunque existen varios tipos de implantes que pueden remedar sus funciones, hasta ahora no se ha conseguido devolver a un paciente la capacidad de tener una erección de manera natural, señala Atala en su estudio, publicado ayer en PNAS.
En 2002, su equipo ya logró trasplantes parciales en conejos, pero los animales sólo recuperaban el 50% de la funcionalidad del pene. En esta ocasión se propusieron crear cuerpos cavernosos en el laboratorio para hacer un trasplante completo que permitiera a los animales reproducirse.
Primero, los científicos extrajeron tejido de los cuerpos cavernosos de los conejos y aislaron sus dos pilares básicos: células de músculo liso y endoteliales que tapizan los vasos sanguíneos. Los investigadores dejaron que las células se multiplicasen en un cultivo que reproduce las condiciones corporales y que permite obtener millones de copias en pocas semanas. Después inyectaron las células en una estructura orgánica vacía que sirve de andamio para recrear la forma de los cuerpos cavernosos.
Buen funcionamiento
Doce conejos a los que previamente se habían extraído los cuerpos cavernosos recibieron el implante. Los animales tenían una circulación adecuada en la zona y su tejido respondía bien al óxido nítrico, la sustancia que hace que el músculo de los cuerpos cavernosos se relaje y deje entrar la sangre al pene para permitir una erección.
Los animales comenzaron a copular con hembras un mes después del trasplante. La mayoría consiguió eyacular normalmente y cuatro de ellos lograron dejar preñada a su compañera.
"Son necesarios más estudios, pero estos resultados son prometedores", destaca Atala. "Esperamos que, en el futuro, esta tecnología ayude a pacientes con malformaciones, cáncer de pene, amputaciones y algunos tipos de disfunción eréctil", concluye.
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