La Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM) ha liberado en el Mediterráneo la tortuga verde que apareció varada hace seis meses en la playa del Trabucador del Delta del Ebro, tras colocarle un transmisor vía satélite que permitirá su seguimiento durante un año.
Según ha informado esta entidad, el velero científico de la Fundación CRAM, el Vell Marí, zarpó el miércoles desde el puerto de Premià de Mar (Barcelona) con el ejemplar de tortuga verde (Chelonia mydas) con el objetivo de liberarlo en aguas del Mediterráneo.
A la tortuga, que se le ha bautizado con el nombre de Bella, se le ha adherido en el caparazón un transmisor vía satélite que permitirá conocer su posición en todo momento y su evolución en el medio salvaje, después de ser reintroducida en el mar.
"Existen muy pocos precedentes de marcaje por satélite de tortugas verdes en el Mediterráneo. Éste será el primero que se llevará a cabo en el Mediterráneo Occidental, y el primero, en todo el Mediterráneo, realizado a un ejemplar juvenil", han señalado estas fuentes.
El tiempo estimado de emisión del transmisor es de unos 12 meses, el equivalente a la vida útil de las baterías. Pasado este período y siguiendo la descamación natural que se da en los escudos del caparazón, el transmisor se desprenderá sin dejar secuelas en el animal, han añadido los responsables de CRAM.
Durante el tiempo en el que Bella tenga el transmisor, su ruta puede ser seguida a través del sitio de Seaturtle.org, donde puede ser apadrinada por empresas o particulares.
La población de tortuga verde en el Mediterráneo es muy escasa, de unas 300 hembras reproductoras. Además, suele habitar en la parte Oriental, donde encuentran aguas más calientes, y es muy raro localizarlas en la zona Occidental.
En los 15 años de acciones de rescate y recuperación de la Fundación CRAM, ésta es la segunda vez que un ejemplar de tortuga verde llega a su centro, y el primero con vida.
Bella, que mide 41 centímetros de longitud de caparazón y pesa 10,2 kilos, es un ejemplar juvenil de tortuga verde que apareció varado el 21 de diciembre de 2009 en la playa del Trabucador del Delta del Ebro con claros signos de hipotermia y debilitamiento.
Una vez trasladada al CRAM en Premià de Mar, el equipo de veterinarios confirmó que la hipotermia fue la principal causa de varamiento del animal, causada seguramente por el temporal que azotaba el país en aquellas fechas.
Como el resto de tortugas marinas, está considerada amenazada a nivel global en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y en peligro crítico en el Mediterráneo.
También está protegida por el Convenio para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
FUENTE:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/08/barcelona/1278602145.html
Según ha informado esta entidad, el velero científico de la Fundación CRAM, el Vell Marí, zarpó el miércoles desde el puerto de Premià de Mar (Barcelona) con el ejemplar de tortuga verde (Chelonia mydas) con el objetivo de liberarlo en aguas del Mediterráneo.
A la tortuga, que se le ha bautizado con el nombre de Bella, se le ha adherido en el caparazón un transmisor vía satélite que permitirá conocer su posición en todo momento y su evolución en el medio salvaje, después de ser reintroducida en el mar.
"Existen muy pocos precedentes de marcaje por satélite de tortugas verdes en el Mediterráneo. Éste será el primero que se llevará a cabo en el Mediterráneo Occidental, y el primero, en todo el Mediterráneo, realizado a un ejemplar juvenil", han señalado estas fuentes.
El tiempo estimado de emisión del transmisor es de unos 12 meses, el equivalente a la vida útil de las baterías. Pasado este período y siguiendo la descamación natural que se da en los escudos del caparazón, el transmisor se desprenderá sin dejar secuelas en el animal, han añadido los responsables de CRAM.
Durante el tiempo en el que Bella tenga el transmisor, su ruta puede ser seguida a través del sitio de Seaturtle.org, donde puede ser apadrinada por empresas o particulares.
La población de tortuga verde en el Mediterráneo es muy escasa, de unas 300 hembras reproductoras. Además, suele habitar en la parte Oriental, donde encuentran aguas más calientes, y es muy raro localizarlas en la zona Occidental.
En los 15 años de acciones de rescate y recuperación de la Fundación CRAM, ésta es la segunda vez que un ejemplar de tortuga verde llega a su centro, y el primero con vida.
Bella, que mide 41 centímetros de longitud de caparazón y pesa 10,2 kilos, es un ejemplar juvenil de tortuga verde que apareció varado el 21 de diciembre de 2009 en la playa del Trabucador del Delta del Ebro con claros signos de hipotermia y debilitamiento.
Una vez trasladada al CRAM en Premià de Mar, el equipo de veterinarios confirmó que la hipotermia fue la principal causa de varamiento del animal, causada seguramente por el temporal que azotaba el país en aquellas fechas.
Como el resto de tortugas marinas, está considerada amenazada a nivel global en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y en peligro crítico en el Mediterráneo.
También está protegida por el Convenio para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
FUENTE:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/08/barcelona/1278602145.html
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