Gracias a una operación experimental y revolucionaria consistente en un trasplante de laringe, Brenda Charlett Jensen, una mujer estadounidense de 52 años, ha recuperado su voz original y ha dejado por fin de hablar, como ella decía, igual que un robot. A continuación os contamos los detalles, os ponemos un vídeo para que os hagáis una idea visual de la complejidad de la operación y os explicamos por qué a pesar de tener una laringe trasplantada, ella conserva su voz.
Tras 40 años de tener que usar un dispositivo electrónico para poder hablar, Brenda por fin puede hablar prácticamente sin ningún problema, salvo tener todavía un dispositivo con el que conecta un tubo de traqueotomía hasta que sus músculos estén fortalecidos.
La voz de una persona está definida, además de por las cuerdas vocales, por la forma de su garganta, boca, nariz y senos, por lo que el trasplante no supuso un cambio. Gracias a la operación también ha recuperado el sentido del olfato al desbloquearse sus canales de respiración.
La operación duró 18 horas y se llevó a cabo en el Centro Médico Davis, en colaboración con la Universidad de California. La universidad pagó los gastos de la operación mientras que los médicos y el personal donaron su tiempo. Participaron además expertos de Inglaterra y Suecia.
Es el segundo trasplante de laringe, el primero fue llevado a cabo en 1998 a Timothy Heidler que pudo hablar sin problemas los primeros 8 años, aunque luego debido a un inflamación de cuerdas vocales sufrió un cambio en su voz.
Gracias a esta operación, aparte de sentirse mucho mejor con su voz, la gente dejará de colgarle al teléfono al confundirla con un contestador, lo que según comenta le molestaba mucho. Aunque es curioso que a más de uno de nosotros nos gustaría tener voz de robot y que no pudieran reconocernos mientras hacemos bromas telefónicas al bar de Moe o similares.— Dani Burón [CBSNews]
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