El giro del núcleo del Sol y de todo su interior más profundo está empezando a ser desvelado tras más de doce años de observaciones ininterrumpidas de esta estrella, dijo en una entrevista el físico Antonio Darwich.
Antonio Darwich forma parte de un grupo de científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y las universidades de La Laguna y Harvard, que desde 1996 miden de forma constante la forma en que vibra el Sol, desde los satélites SOHO y SDO y la red terrestre GONG.
Explicó que con el estudio de las vibraciones del Sol se puede conocer la composición y dinámica interna de la estrella, al igual que al oír cómo vibra una guitarra se sabe si es grande o pequeña, de metal o madera.
La técnica de estudio la desarrolló hace unos treinta años el grupo del investigador del IAC y profesor de la Universidad de La Laguna, Teodoro Roca Cortés, y ahora se está exprimiendo al máximo para saber qué ocurre en el núcleo del Sol, que está a unos 600.000 kilómetros de profundidad de la estrella que a su vez está a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra, con lo que la señal de la vibración es muy débil, afirma Antonio Darwich.
Más de 12 años de mediciones
Antonio Darwich explicó que la técnica de trabajo usada equivale a tener instalados virtualmente más de un millón de sismógrafos sobre la superficie del Sol, funcionando ininterrumpidamente desde hace más de doce años.
El científico añadió que es "brutal" la cantidad de datos que se obtienen, por lo que para su análisis se utiliza el supercomputador que el Gobierno de EE UU tiene en Virginia y al que se tiene acceso como parte de la colaboración entre las distintas instituciones científicas involucradas en el estudio.
Este grupo de científicos acaba de publicar sus resultados, en los que se muestra por primera vez con un detalle sin precedentes el giro del núcleo del Sol.
Antonio Darwich indicó que tanto el núcleo como los 500.000 kilómetros más profundos del Sol giran como si fuesen una bola sólida, una vez cada 27 días.
Los restantes 200.000 kilómetros del Sol, hasta llegar a su superficie se mueven de una manera mucho más complicada, girando más rápidamente en el ecuador que en los polos.
Antonio Darwich comenta que el hecho de que el núcleo solar gire como una bola desafía a los modelos teóricos sobre la estructura y evolución de las estrellas.
"Desconocemos aún mucho de lo que ocurre a esas profundidades en el Sol; puede que haya campos magnéticos fósiles, remanentes del colapso inicial del astro, o mecanismos muy eficientes de frenado" agrega el científico.
Reacciones de fusión nuclear
Esas dos formas de girar que posee el Sol se enfrentan en una capa conocida como la tacoclina, localizada a unos 200.000 kilómetros de profundidad, donde se cree que se genera el campo magnético del Sol, responsable de la intensa actividad que se observa actualmente en la superficie de la estrella y "que tan negativamente puede afectar a una sociedad tan tecnológica y vulnerable a perturbaciones electromagnéticas como la nuestra".
Antonio Darwich destacó la importancia de conocer lo que ocurre en el interior del Sol, pues se trata del único laboratorio donde se sabe que se produce de manera estable energía mediante fusión nuclear, la fuente de energía, en su opinión, del futuro.
"Mientras que nosotros hemos sido capaces de generar reacciones de fusión nuclear durante pocas milésimas de segundo, el núcleo solar lo lleva haciendo unos 4.500 millones de años", agregó Antonio Darwich.
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