11 feb 2010

Un embrión de 90 millones de años


Un grupo de científicos alemanes y chilenos ha encontrado en los alrededores del glaciar Tyndall (sur de Chile) nuevos fósiles de reptiles ictiosaurios de 90 millones de años de antigüedad, uno de ellos con un embrión en su interior, según ha informado la Comisión Nacional Forestal (CONAF). Los ictiosaurios vivieron en los mares del planeta mientras los dinosaurios dominaban toda la tierra. Su aspecto era semejante al de los actuales delfines y su tamaño llego a superar los 15 metros.

El hallazgo fue realizado el pasado sábado en el Parque Nacional Torres del Paine, a más de 2.000 kilómetros al sur de Santiago, en el marco de una nueva expedición orientada al estudio de los ictiosaurios que se lleva a cabo desde el 4 de febrero.
Los científicos ya han realizado tres importantes hallazgos en la zona: un ictiosaurio con un embrión en su interior, restos de médula y un ictiosaurio del período Jurásico, es decir, mucho más antiguo que los demás que se encuentran en el área. Estas novedades indican que el sitio puede perfilarse no sólo como uno de los más importantes en Chile en el ámbito de los vertebrados fósiles, sino que del mundo.
La campaña corresponde al trabajo de campo del proyecto “Ictiosaurios del Jurásico superior - Cretácico inferior en el Parque Nacional Torres del Paine”, que comenzó en 2007, liderado por los paleontólogos alemanes Wolfgang Stinnesbeck (Universidad de Heidelberg) y Eberhard “Dino” Frey (Museo de Historia Natural de Karlsruhe).

El profesor Wolfgang Stinnesbeck explicó que “el sábado fue un día muy emocionante e importante para nuestra campaña, pues encontramos tres ejemplares que nos ayudarán a elaborar nuevas conclusiones. Hallamos la cuarta especie de ictiosaurios presente en este sitio, lo que es muy emocionante, porque hay sólo un lugar en el mundo que tiene tantas especies, pero son de la era Jurásica y no del Cretácico, como aquí. Esto posiciona Torres del Paine entre las mejores localidades de reptiles marinos en el mundo”. Por su parte, el profesor Eberhard “Dino” Frey indicó que “haber encontrado ese ejemplar significa que es posible que un tipo de ictiosaurio que estaba extinto, haya sobrevivido solamente aquí en el Cretácico”.


«El primero que tiene un bebé»

Acerca del embrión de ictiosaurio, el profesor Frey agregó que “hemos hallado una columna vertebral muy pequeña en el cuerpo de una hembra. Hasta ahora no teníamos información sobre la reproducción de un ictiosaurio denominado platypterygius. ¡Éste es el primero que tiene un bebé, es fantástico!”.

El tercer descubrimiento fue la médula preservada entre las vértebras de un ictiosaurio, algo completamente excepcional. Los científicos esperan extraer un pequeño fragmento de la roca que contiene la médula, para llevarla a Alemania y analizarla en detalle con un microscopio electrónico para ver su contenido, hacer el análisis bioquímico de la estructura y después reconstruir la anatomía del movimiento. «Incluso quizás, más adelante, pueda decirnos algo de la musculatura de los ictiosaurios».

El profesor Frey no duda en señalar que “para ictiosaurios del Cretácico, éste es el lugar más importante del mundo. Las razones son que tenemos muchos individuos, un amplio espectro desde bebés hasta adultos de más de 5 metros, al menos 4 especies y preservación de partes blandas. Ésta es la primera vez que veo un cuerpo blando en la columna vertebral de un ictiosaurio, lo que puede decirnos mucho de su locomoción y movimiento. Además, tenemos el contexto de paleo ecología del Cretácico, ¡qué más se puede querer!”


34 ejemplares

Desde el primer hallazgo en 1997 de un fósil de ictiosaurio en Torres del Paine, se han encontrado en el área del glaciar Tyndall 34 ejemplares articulados, completos o semi completos, cuyos tamaños varían entre 1 y 5 metros de largo. Los ictiosaurios fueron reptiles que durante 150 millones de años vivieron en los mares del planeta, mientras los dinosaurios dominaban tierra firme. Los primeros aparecieron durante el Triásico inferior (hace 250 millones de años) y alcanzaron su mayor diversidad en el Jurásico, extinguiéndose durante el Cretácico (hace 90 millones de años). Su tamaño en algunos casos llegó a superar los 15 metros.

A simple vista se asemejaban a los actuales delfines. Tenían cuerpo en forma de huso, cuatro pares de aletas para locomoción y una dorsal para el equilibrio, hocico largo y puntiagudo, y ojos enormes para cazar en las profundidades del mar. Aunque necesitaban respirar aire atmosférico, a diferencia de los actuales reptiles que deben salir del agua para poner sus huevos, su anatomía y adaptación al medio marino les permitió incubar internamente los huevos y alumbrar sus crías dentro del agua.

Los ictiosaurios encontrados en el Parque Nacional Torres del Paine corresponden a los ejemplares completos más australes del planeta.



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