Una mágica cumbre de una montaña cargada de misterio que podría haber salido de los paisajes de la Tierra Media en 'El señor de los anillos' de Tolkien. Pero es real. Es la imagen con la que el telescopio espacial Hubble celebra sus 20 primaveras en órbita alrededor de la Tierra, un caos de polvo y gas de tres años luz de largo, que engullen las luces de las estrellas cercanas. Otros astros atacan el monte desde dentro. Nacen en grandes explosiones que manan por sus imponentes cumbres.
Este magestuoso monte se encuentra en una 'maternidad' estelar, la nebulosa de Carina, a 7.500 años luz de la Tierra en la sureña constelación del mismo nombre.
La cámara 3 de gran angular que porta el Hubble captó la espectacular imagen los dos primeros días de febrero. Los colores corresponden a fluídos de oxígeno, el azul, de hidrógeno y nitrógeno, el verde, y de sulfuro, el carmesí.
La abrasadora radiación y los fuertes vientos cargados de partículas que generan las extremadamente cálidas estrellas que nacen dentro de la nebulosa dan forma y comprimen el pilar, y favorecen al tiempo la formación de nuevas estrellas en su interior. Iluminadas por la luz astral, de la 'Montaña' se escapan corrientes de gas ionizado y tenues velos de gas y polvo. La radiación erosiona su ladera y la mantiene compacta y virtualmente sólida.
El veterano descubridor
El más veterano de los telescopios espaciales da vueltas en el espacio desde hace 20 años. Abrió la veda del estudio de planetas extrasolares y hoy es incluso capaz de analizar la composición química de sus atmósferas. Por primera vez verificó en ellos moléculas orgánicas y no deja de buscar con sus investigaciones cualquier forma de vida.
La gran ventaja del observatorio espacial es que, más allá de la cargada e inestable atmósfera de nuestro planeta, se puede tener una visión libre de la profundidad del Universo. Por primera vez, con el Hubble, se pueden conocer estrellas de otras galaxias. Además permite observar ondas de largo alcance como las infrarrojas que serían absorbidas por nuestra atmósfera.
El trabajo del Hubble es notable. Desde 1990 ha realizado 600.000 grabaciones de unos 30.000 objetos, según datos de la NASA, la Agencia Espacial de Estados Unidos. Cada mes transfiere a la Tierra 80 gigabytes de información, lo que equivale a unas 80 grandes enciclopedias.
Custodia compartida entre la NASA y la ESA
Su coste hasta el momento ha sido de 10.000 millones de dólares (7.500. millones de euros), invertidos por la NASA y en un 15 por ciento por la Agencia Espacial Europea, la ESA.
El Hubble ha ayudado a explicar el nacimiento de estrellas y planetas, a estimar la edad del Universo en unos 13.700 millones de años e incluso a investigar la misteriosa energía oscura, la que acelera la expansión del universo.
Ha maravillado al mundo entero con imágenes tan espectaculares como la que ha difundido este viernes, con motivo de su cumpleaños.
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