27 abr 2010

Gusano decapitado que regenera su cabeza


«¡Que les corten la cabeza!». Estos animales no correrían riesgos en el extraordinario palacio de la Reina Roja de Lewis Carroll, porque la naturaleza se las arregla en ocasiones para resultar aún más increíble que la más loca de las ficciones. Una excepcional especie de gusano es capaz de regenerar sus propias partes del cuerpo después de una amputación. Hasta aquí no resulta tan extraño, esta habilidad es común en otros animales, como las lagartijas o las salamandras... Pero este caso tiene algo muy especial. El gusano, llamado conmúnmente planaria, logra incluso recuperar su cabeza después de haber sido cortada, cerebro incluido. Científicos británicos han descubierto qué es lo que les permite realizar con éxito semejante truco de magia: un gen que podría ayudar al desarrollo de la investigación de un nuevo e impactante tipo de curación humana.

El estudio, dirigido por el doctor Aziz Aboobaker, de la Universidad de Nottingham, y publicado en la revista PLoS Genetics, señala que un gen denominado Smed-prep es esencial en el milagro. Los gusanos Planaria tienen la increíble habilidad de regenerar partes del cuerpo, incluida la cabeza y el cerebro, después de una amputación. Estos animales contienen células madre adultas que se dividen constantemente y que pueden convertirse en cualquier otro tipo de células que les falten. Además, disponen del conjunto de genes necesario trabajando para que esto ocurra exactamente como debería, de tal forma que cuando regeneran un miembro éste tenga el tamaño correcto, la forma correcta y crezca en el lugar correcto.

El gen Smed-prep es una pieza fundamental del puzzle. Este gen permite la correcta diferenciación y localización de las células que componen la cabeza de un gusano planaria y es vital para que la cabeza y el cerebro ocupen el lugar adecuado del animal y no se formen, por ejemplo, en la cola.


Investigación en humanos

«Estos increíbles gusanos nos ofrecen la oportunidad de observar la regeneración del tejido de forma notable y con gran facilidad», explica Aboobaker. «Queremos ser capaces de entender cómo las células madre de adultos pueden trabajar colectivamente en un animal para formar y sustituir órganos y tejidos dañados o perdidos. Cualquier avance en la comprensión de estos procesos puede ser fundamental para los humanos».

A juicio del investigador, «si sabemos lo que ocurre cuando los tejidos se regeneran en circunstancias normales, podemos empezar a formular la forma de sustituir órganos enfermos y dañados de manera organizada y segura después de una lesión causada por un traumatismo o una enfermedad». Esto podría ser muy importante en el tratamiento de algunas patologías graves, como el alzheimer, y en la investigación para una nueva y sorprendente cura en humanos.

El pasado mes de marzo, científicos del Wistar Institute, una organización independiente de investigación biomédica situada en Philadelphia (EE.UU.), descubieron un gen cuya ausencia puede regular la regeneración de tejidos en los mamíferos, de forma muy parecida a como lo hacen las salamandras cuando pierden su cola. Es la primera vez que se observaba algo semejante.





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