Con una asombrosa masa de 6.600 millones de soles, podría convertirse en la primera «boca cósmica» en ser vista directamente por el ojo humano, algo que no se ha logrado hasta ahora.
Es algo inconmensurable. Se trata de un agujero negro poderosísimo, con una masa 6.600 millones de veces mayor que la de nuestro Sol, y está situado relativamente cerca, en nuestra vecindad cósmica, en la galaxia elíptica gigante de M87, fácil de ver con un telescopio de aficionado. Por primera vez, astrónomos de la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.) han conseguido tomar medidas de este gigante. Desde luego, no han quedado defraudados. Su enorme masa es la mayor jamás medida para un agujero negro utilizando una técnica directa. Dadas sus dimensiones, se ha convertido en el mejor candidato para convertirse en el agujero negro que pueda ser visto por primera vez por el ojo humano en lugar de depender de pruebas indirectas, como han hecho los científicos durante décadas. El trabajo ha sido presentado en la reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Seattle, que se celebra estos días, y se publicará en la revista The Astrophysical Journal.
Hasta ahora, «no hay una prueba directa de la existencia de los agujeros negros, cero, ninguna prueba observacional», explica Karl Gebhardt, responsable de la investigación. Para deducir actualmente la presencia de una de estas insaciables bocas cósmicas, los científicos eligen la opción de «nada mejor», es decir, descartan explicaciones alternativas. Sin embargo, el agujero negro de M87 es tan masivo que los astrónomos creen que podrán detectar algún día su «horizonte de eventos», el borde del agujero, más allá del cual nada escapa a su atracción.
Se tragaría el Sistema Solar
Para hacernos una idea de su grandiosidad, solo hace falta decir que el horizonte de eventos de M87 es unas tres veces más grande que la órbita de Plutón, lo bastante para tragarse todo nuestro Sistema Solar. Quizás los futuros telescopios puedan captarla. Gebhart cree que dentro de unos años podrán utilizarse telescopios submilimétricos en una red mundial para buscar la sombra del horizonte de eventos en un disco de gas que rodea el agujero negro.
Para descubrir las dimensiones de este gigante, el equipo utilizó el telescopio Géminis Norte de ocho metros en Hawai y el telescopio Harlan J. Smith del Observatorio McDonald en la Universidad de Texas. De esta forma, obtuvieron los datos relacionados con la velocidad de las estrellas cuando orbitan el agujero negro, la cantidad de materia oscura -uno de los componentes más misteriosos del Universo-, y otros factores importantes para llegar a una conclusión final: nada menos que una masa de 6.000 millones de soles.
Medir un agujero negro tan masivo arroja luz sobre la formación de la galaxias y quizás permitirá, en un futuro, ver con nuestros propios ojos el aspecto real de algo que ya ha conseguido ocupar nuestra imaginación.
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