Por fin una buena noticia. En buena parte del planeta donde existe la
hambruna, más de 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua
potable y 2.600 millones no disponen de un saneamiento básico;
enfermedades 'olvidadas' en países desarrollados como el sarampión, la
malaria o el cólera siguen siendo sinónimo de muerte segura. Pero ahora,
la administración masiva de vacunas orales contra el cólera puede
mejorar a las clásicas vacunas inyectables en la prevención contra esta
enfermedad.
El responsable de esta 'victoria' contra el cólera tiene nombre
propio, Shanchol, y es una de las dos únicas vacunas orales disponibles
que existen actualmente contra el cólera. Armados con ella, la ONG
Médicos sin Fronteras (MSF) la ha utilizado por primera vez en la
historia de forma masiva durante una epidemia en Guinea, siendo también
la primera vez que se utiliza en África.
Por primera vez en la historia
Aunque con esta vacuna ya se empezó a trabajar en el año 2008 en
Vietnam, la población que se benefició de ella fue de escasamente 500
personas. Tras comprobar su eficacia en varios ensayos clínicos como el
que se produjo a gran escala en la India en el año 2011; ese mismo año,
la Organización Mundial de la Salud (OMS) la avaló, convirtiéndola así
en la segunda vacuna oral de este tipo que recibía luz verde por parte de esta organización.
"El único problema con estas vacunas orales contra el cólera es que exigen de dos dosis, separadas entre sí por unas dos semanas
o más, para que el efecto inmunitario sea el adecuado", explica el
doctor José María Marimón, miembro de la Sociedad Española de
Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
En el caso del proyecto de vacunación guineano, MSF consiguió vacunar
en la primera ronda a cerca de 150.000 personas, un 92% de la población
estimada (algo más de 163.000), mientras que en la segunda fase la
cifra bajó a poco más del 68%.
"Aun así, estamos satisfechos ya que se trata de una campaña de
vacunación reactiva realizada durante una epidemia de cólera y hay que
tener en cuenta que se realizó durante la estación de lluvias y que no es fácil que se entienda la importancia de recibir la segunda dosis", informan desde la ONG.
Para el doctor Marimón, los datos también son buenos. "Con una sola
dosis ya se está consiguiendo algo de inmunidad y si un 68% de la
población ha recibido las dos necesarias es un dato importante, es mucha
gente que consigue inmunidad general, es decir, la que se produce con
cualquier vacuna, más inmunidad local en el intestino", explica.
"Nunca antes se había realizado este tipo de campañas porque estas vacunas necesitan de un tiempo para desarrollar la inmunidad,
en este caso esas dos semanas de intervalo. Pero hay que tener en
cuenta que los brotes de cólera en países como Guinea no son cosa de
unos pocos días, desgraciadamente se alargan en el tiempo, por lo que merece la pena esa espera", precisa.
Una segunda vacuna
Junto a Shanchon, la otra vacuna existente es Dukoral que en la
actualidad se utiliza en más de 60 países. "Esta vacuna también requiere
de dos semanas de espera entre ambas dosis y, en cuanto a efectos, es
prácticamente igual que Shanchon. Ambas están fabricadas con células
enteras de 'Vibrio Cholerae' muertas, aunque Dukoral además añade la
subunidad B de la toxina de la cólera que genera más anticuerpos, pero
ambas son eficaces. Las dos consiguen un nivel de inmunidad elevado,
alrededor del 85-90%, aunque a partir del tercer año baja bastante",
señala el doctor Marimón.
En este caso, MSF indica que pasados esos años la eficacia rondaría
el 65%. Pero además, hay otra buena noticia. Mientras que Dukoral se
puede administrar a niños a partir de los dos años, Shanchol es a partir
del año de edad. "Este tipo de vacunas son inocuas para los niños, las
embarazadas o los afectados por VIH y sus efectos secundarios son
escasos. Normalmente, a los niños muy pequeños, con menos de dos o tres años, no se les solía vacunar
porque su sistema inmunitario todavía no se ha formado y no desarrollan
la inmunidad, cosa que es una lástima porque tienen alto riesgo de
sufrir estas enfermedades", argumenta Marimón.
¿La vacuna en una dosis?
Sin embargo, tanto MSF como los especialistas se preguntan por los
beneficios si la vacuna tuviera efecto con una única dosis. Para la ONG,
"el hecho de que deba administrarse en dos tomas, con intervalos, es un
obstáculo", algo que apoya Marimón. "Pero pasa lo de siempre, el cólera
afecta a países con pocos recursos económicos y eso
dificulta la financiación de la investigación científica. Lo que es
claro es que las vacunas podrían ser todavía mejores con una sola
dosis", señala.
Y aunque como medida preventiva ha demostrado su eficacia, ni MSF ni
los especialistas se olvidan de que hay que seguir incidiendo en los
sistemas de agua potable y la higiene. "Por mucho que se avance en
vacunas, si las condiciones sanitarias globales de las zonas afectadas
siguen siendo pésimas no se acaba con el problema. Esto es una
prioridad", indican.
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