Nanopartículas, cepas bacterianas y compuestos con potencial uso anticancerígen...
Nuevos derivados del tamoxifeno sin sus efectos secundarios
Investigadores del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología
(CSIC) y de la Universidad de la Laguna han patentado unos compuestos
derivados del anticancerígeno tamoxifeno. Sus potenciales usos son
varios: tratamiento alternativo al tamoxifeno, ya que no tiene sus
efectos secundarios, sondas diagnosticas, por sus propiedades
fluorescentes, o pigmento láser.
El tamoxifeno es un potente anticancerígeno que se aplica
principalmente para el tratamiento del cáncer de mama. Aunque su
eficacia ha sido demostrada ampliamente, existe un riesgo constatado
de aumento del riesgo de desarrollar cáncer de útero y endometrio. Se ha
calculado que este efecto secundario indeseado afecta sólo a 2 de cada
mil personas tratadas, según datos del National Cancer Institute de los
EE. UU.
Aunque no es una cifra muy elevada, es uno de los riesgos más preocupantes por su gravedad y ha motivado la búsqueda de fármacos sustitutos.
Nanopartículas mejoradas para el diagnóstico y la trazabilidad
El Instituto de Química Física “Rocasolano” del CSIC y la Universidad de Vigo han desarrollado unas partículas nanométricas marcadoras en proceso de patente que pueden identificar prácticamente cualquier sustancia o molécula como fármacos, agentes patógenos, células contaminantes... También pueden servir como marcadores de objetos o moléculas, a fin de poder seguirlos y reconocerlos a posteriori con diferentes técnicas de detección.
En el caso de esta nueva metodología, los investigadores han diseñado una nanopartícula cuya configuración permite la unión con cualquier entidad (molécula, virus o microrganismo), lo que conlleva posibilidades de uso prácticamente sin restricción. Otra ventaja es que la técnica es compatible con el empleo de cualquier método de detección (o combinación de ellos) para localizar las nanopartículas marcadas.
Tres cepas de bacterias mejoran la asimilación de las isoflavonas
Un grupo de investigación del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (CSIC) ha patentado tres cepas bacterianas del género Lactobacillus capaces de crecer en leche de soja y mejorar la biodisponibilidad de las isoflavonas de la misma.
Las isoflavonas, sustancias vegetales secundarias presentes principalmente en la soja, pueden actuar como estrógenos en el cuerpo y tener funciones protectoras. No obstante, las isoflavonas no son asimiladas de igual manera por todos. En su forma natural, las isoflavonas están ligadas a glucósidos (azúcar) y para que puedan ser aprovechadas por el metabolismo es necesario separarlas de esa molécula de azúcar.
Las bacterias intestinales pueden romper ese enlace, pero no todas lo hacen con la misma eficacia. Las nuevas cepas son compatibles con los fermentos tradicionales usados para obtener yogur y la preparación de alimentos funcionales que pudieran facilitar la asimilación de isoflavonas en el intestino. Por su resistencia a la acidez y bilis, así como por su origen intestinal, las cepas tienen gran potencial como probióticos.
Más información [+]
Fuente:
http://www.csic.es
Aunque no es una cifra muy elevada, es uno de los riesgos más preocupantes por su gravedad y ha motivado la búsqueda de fármacos sustitutos.
Nanopartículas mejoradas para el diagnóstico y la trazabilidad
El Instituto de Química Física “Rocasolano” del CSIC y la Universidad de Vigo han desarrollado unas partículas nanométricas marcadoras en proceso de patente que pueden identificar prácticamente cualquier sustancia o molécula como fármacos, agentes patógenos, células contaminantes... También pueden servir como marcadores de objetos o moléculas, a fin de poder seguirlos y reconocerlos a posteriori con diferentes técnicas de detección.
En el caso de esta nueva metodología, los investigadores han diseñado una nanopartícula cuya configuración permite la unión con cualquier entidad (molécula, virus o microrganismo), lo que conlleva posibilidades de uso prácticamente sin restricción. Otra ventaja es que la técnica es compatible con el empleo de cualquier método de detección (o combinación de ellos) para localizar las nanopartículas marcadas.
Tres cepas de bacterias mejoran la asimilación de las isoflavonas
Un grupo de investigación del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (CSIC) ha patentado tres cepas bacterianas del género Lactobacillus capaces de crecer en leche de soja y mejorar la biodisponibilidad de las isoflavonas de la misma.
Las isoflavonas, sustancias vegetales secundarias presentes principalmente en la soja, pueden actuar como estrógenos en el cuerpo y tener funciones protectoras. No obstante, las isoflavonas no son asimiladas de igual manera por todos. En su forma natural, las isoflavonas están ligadas a glucósidos (azúcar) y para que puedan ser aprovechadas por el metabolismo es necesario separarlas de esa molécula de azúcar.
Las bacterias intestinales pueden romper ese enlace, pero no todas lo hacen con la misma eficacia. Las nuevas cepas son compatibles con los fermentos tradicionales usados para obtener yogur y la preparación de alimentos funcionales que pudieran facilitar la asimilación de isoflavonas en el intestino. Por su resistencia a la acidez y bilis, así como por su origen intestinal, las cepas tienen gran potencial como probióticos.
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http://www.csic.es
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