Stephen Hawking cada vez se prodiga menos en apariciones públicas. Pero la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos era un pretexto irresistible para que el astrofísico, de 70 años, se asomara al mundo y guiara a los atletas, al público y a los telespectadores en un viaje de descubrimiento inspirado en el poder de la ciencia y su capacidad para transformar las percepciones.
En definitiva, convertido en un motor de inspiración único para superar límites, como reza el movimiento paralímpico.
Hawking compareció en el arranque del espectáculo, titulado 'Iluminación', sobre un escenario galáctico, bajo una luna y vitoreado por un público fascinado ante su presencia. Sus palabras sobre la búsqueda de los orígenes del universo fueron transportadas por la megafonía alrededor estadio olímpico: "Vivimos en un universo gobernado por leyes racionales que podemos descubrir y entender. Mirad hacia las estrellas, no a vuestros pies. Intentad que lo que veáis tenga sentido y preguntaos qué hace que exista el universo. Sed curiosos".
Su aparición dio paso un simulacro del "Big Bang" en el centro del estadio, donde una esfera celeste cayó a modo de ignición sobre un enorme paraguas. La escena estuvo rodeada de una lluvia de fuegos artificiales y unos 600 voluntarios con paraguas luminosos, que simbolizaban la 'quintaesencia' de lo británico, realizaron una coreografía al ritmo del tema "Umbrella" de Rihanna. Al grupo se sumaron 42 intérpretes sordos y discapacitados que aprendieron técnicas circenses de raíz para la ocasión en un curso intensivo de seis semanas.
Tal y como ocurrió en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos, 'La Tempestad' de Shakespeare volvió a ser un hilo conductor del espectáculo. Esta vez con el personaje de Miranda, interpretado por una joven en silla de ruedas, representando los ojos ávidos de curiosidad a los que se dirigió el propio Hawkings. Ante ella rodaron una enorme manzana de Newton, un libro con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y una gran bola representando la partícula de Higgs como elementos para saciar su conocimiento. Al igual que hiciera Keneth Brannagh en el show dirigido hace un mes por Danny Boyle h, otro actor de factoría 'shakesperiana', Ian McKellen, asumió otro papel de 'La Tempestad' visitando la piel del protagonista, Próspero.
También la Reina de Inglaterra, Isabel II, repitió cita en el estadio olímpico de Londres, esta vez sin la compañía de su marido el Duque de Edimburgo, que recientemente sufrió una recaída en una infección de vejiga. Un total de 166 delegaciones fueron representadas durante el desfile de atletas que abarcó la mayor parte de la ceremonia. El equipo paralímpico español estuvo encabezado por la abanderada Teresa Perales, que al final no tuvo permiso para llevar a su hijo de dos años en la silla de ruedas como era su deseo.
Londres 2012 se ha volcado en recordar que la cuna del movimiento paralímpico está en suelo británico. Concretamente en el condado de Buckinghamshire, donde el neurólogo Sir Ludwig Guttmann concibió en 1948 la idea de organizar una competición deportiva para discapacitados en el hospital Stoke Madeville que acabó inspirando los Juegos Paralímpicos. El responsable del comité organizador de Londres 2012, Sebastian Coe, no pasó por alto este aspecto en su discurso: "Hoy, en nombre de cada británico y de cada amante del deporte, es un honor decir 'Bienvenidos a casa'".
En la sorpresa final de la ceremonia, la antorcha paralímpica aterrizó en el estadio desde el cielo de la mano de Joe Townsend, un joven atleta británico que aspira a estar en Rio 2016. Fue un relevo del futuro al pasado. La arquera Margaret Maughan, primer oro paralímpico británico de la historia en Roma 1960, fue la encargada de encender el pebetero formado por 166 pétalos, en representación de todos los países participantes.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2012/08/30/masdeporte/1346282983.html
Hawking compareció en el arranque del espectáculo, titulado 'Iluminación', sobre un escenario galáctico, bajo una luna y vitoreado por un público fascinado ante su presencia. Sus palabras sobre la búsqueda de los orígenes del universo fueron transportadas por la megafonía alrededor estadio olímpico: "Vivimos en un universo gobernado por leyes racionales que podemos descubrir y entender. Mirad hacia las estrellas, no a vuestros pies. Intentad que lo que veáis tenga sentido y preguntaos qué hace que exista el universo. Sed curiosos".
Su aparición dio paso un simulacro del "Big Bang" en el centro del estadio, donde una esfera celeste cayó a modo de ignición sobre un enorme paraguas. La escena estuvo rodeada de una lluvia de fuegos artificiales y unos 600 voluntarios con paraguas luminosos, que simbolizaban la 'quintaesencia' de lo británico, realizaron una coreografía al ritmo del tema "Umbrella" de Rihanna. Al grupo se sumaron 42 intérpretes sordos y discapacitados que aprendieron técnicas circenses de raíz para la ocasión en un curso intensivo de seis semanas.
Tal y como ocurrió en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos, 'La Tempestad' de Shakespeare volvió a ser un hilo conductor del espectáculo. Esta vez con el personaje de Miranda, interpretado por una joven en silla de ruedas, representando los ojos ávidos de curiosidad a los que se dirigió el propio Hawkings. Ante ella rodaron una enorme manzana de Newton, un libro con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y una gran bola representando la partícula de Higgs como elementos para saciar su conocimiento. Al igual que hiciera Keneth Brannagh en el show dirigido hace un mes por Danny Boyle h, otro actor de factoría 'shakesperiana', Ian McKellen, asumió otro papel de 'La Tempestad' visitando la piel del protagonista, Próspero.
También la Reina de Inglaterra, Isabel II, repitió cita en el estadio olímpico de Londres, esta vez sin la compañía de su marido el Duque de Edimburgo, que recientemente sufrió una recaída en una infección de vejiga. Un total de 166 delegaciones fueron representadas durante el desfile de atletas que abarcó la mayor parte de la ceremonia. El equipo paralímpico español estuvo encabezado por la abanderada Teresa Perales, que al final no tuvo permiso para llevar a su hijo de dos años en la silla de ruedas como era su deseo.
Londres 2012 se ha volcado en recordar que la cuna del movimiento paralímpico está en suelo británico. Concretamente en el condado de Buckinghamshire, donde el neurólogo Sir Ludwig Guttmann concibió en 1948 la idea de organizar una competición deportiva para discapacitados en el hospital Stoke Madeville que acabó inspirando los Juegos Paralímpicos. El responsable del comité organizador de Londres 2012, Sebastian Coe, no pasó por alto este aspecto en su discurso: "Hoy, en nombre de cada británico y de cada amante del deporte, es un honor decir 'Bienvenidos a casa'".
En la sorpresa final de la ceremonia, la antorcha paralímpica aterrizó en el estadio desde el cielo de la mano de Joe Townsend, un joven atleta británico que aspira a estar en Rio 2016. Fue un relevo del futuro al pasado. La arquera Margaret Maughan, primer oro paralímpico británico de la historia en Roma 1960, fue la encargada de encender el pebetero formado por 166 pétalos, en representación de todos los países participantes.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2012/08/30/masdeporte/1346282983.html
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