28 oct 2009

Libro de recetas para frenar el cambio climático


«Necesitamos un cambio revolucionario en nuestro sistema energético si no queremos ver cómo la temperatura global aumenta seis grados centígrados en los próximos años. Los efectos del aumento del nivel del mar, de las inundaciones o de las sequías supondrían, sino el fin del mundo, algo parecido».

Estas declaraciones, que encajarían perfectamente en un discurso ecologista de Greenpeace, forman parte de la presentación del informe de 'World Energy Outlook 2009: Análisis sobre Cambio Climático' a cargo del director económico de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, este martes en Madrid.

El problema reside en saber qué pasos hay que seguir para impulsar esa revolución y poder frenar la tendencia de incremento de temperatura y fijarla en un aumento inferior a dos grados centígrados. Y ése es precisamente el objetivo que persigue la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) al hacer pública la parte que hace referencia al cambio climático casi un mes antes de que se presente en Londres el informe completo. «El sector energético es responsable de casi el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, por ello hay que proveer a los negociadores de una herramienta útil con tiempo suficiente para poder digerirla», dijo Birol.

La crisis económica global ha brindado una oportunidad de oro a los negociadores de la Cumbre del Clima que tendrá lugar en Copenhague el próximo mes de diciembre y que sustituirá al Protocolo de Kioto. «La recuperación económica pasa por el cambio de modelo energético global», aseguró ayer Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático. Por ese motivo, el director económico de la agencia estima que es un buen momento para lanzar un libro de recetas que permita mantener el clima tal y como lo conocemos.

«Debemos cambiar de forma drástica el modo de producir energía», aseguró Birol. «Necesitamos desarrollar decididamente las energías renovables, la nuclear y la cogeneración con almacenamiento de carbono». Según los cálculos de la IEA, para llevar a cabo un cambio de modelo como el que propone Birol sería necesario incrementar las inversiones en estas fuentes limpias en 10,5 billones de euros -10,5 millones de millones- hasta 2030. Un incremento que supondría el 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial en 2020 y el 1,1% en 2030.

El informe también recoge recomendaciones dirigidas al sector del transporte privado. «Si queremos evitar un escenario catastrófico, las ventas de coches eléctricos e híbridos tienen que alcanzar en 2030 el 60% del total, mientras que hoy en día suponen apenas el 2%».




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