Científicos valencianos de la empresa Sociedad Avanzada de Biometría (SAB) están investigando el reconocimiento de personas a través de tres características físicas intransferibles: el llamado 'gate analysis' o forma de caminar, el movimiento de los labios y la identificación facial en 3D.
"Esto va a suponer un hito importante y una revolución en la forma de reconocimiento biométrico", ha asegurado el director técnico de SAB, Marcelino García, quien ha explicado que la biometría es la tecnología basada en la identificación de individuos mediante "características físicas intransferibles".
Estas nuevas formas de reconocimiento se suman a las "más de ochenta" con las que se cuenta hoy en día, ha argumentado García, quien ha afirmado que desde la empresa valenciana "se centran" en las "no abusivas".
La forma de caminar de una persona, junto al movimiento de labios y la identificación facial en 3D son la base de "un algoritmo de fusión multimodal" sobre el que trabajan los científicos para poder llevar a cabo el reconocimiento de personas, tras corroborar entre sí los datos que se puedan extraer de cada una de estas características personales.
"Estamos cada vez más cerca del mundo robotizado", ha afirmado el director técnico, quien ha destacado el papel que el reconocimiento por huella dactilar ya está jugando en la sociedad, a través de dispositivos de control de accesos que funcionan a modo de timbre, pero con el uso de "un solo dedo".
El mecanismo dispone de un pequeño lector en el que el individuo debe colocar su dedo y, de forma instantánea, se le identifica y se le permite -o no- la entrada.
"La puerta se abre de forma inmediata", han asegurado fuentes de la Policía Local de Valencia, quienes ya han implantado varios de estos dispositivos con el fin de incrementar la seguridad en los accesos y a través de los que pueden determinar "qué personas entran en qué espacios".
Según han comentado, "es muy cómodo", ya que "funciona de manera inmediata, incluso si no se tiene las manos en condiciones óptimas" y, han añadido que "es mucho más fácil y más seguro que teclear en un telefonillo un número clave".
Estos controles de acceso, según han especificado desde la empresa valenciana, también se han instalado ya en joyerías, diversas pymes e, incluso, en una escuela infantil de la Comunidad Valenciana.
La huella dactilar, en sí misma, no se memoriza como tal, sino que "se guardan una serie de números que tienen que ser descriptados", ha explicado uno de los científicos valencianos, quien ha asegurado que la privacidad está "garantizada", ya que, según ha destacado, "se trabaja en relación a la Ley de Protección de Datos".
Las primeras reacciones de la gente son de "asombro y de película de ficción", ha argumentado la ingeniera Esther Cuenca, quien advierte: "La biometría está mucho más cerca de lo que pensamos".
Tanto empresa como fuerzas de seguridad y particulares han coincidido en que, poco a poco, estos adelantos "se harán costumbres", como pasó con el móvil o las tarjetas de crédito.
"Vemos películas como 'Minority Report' y parecen ciencia ficción, pero son parte de nuestra realidad", han afirmado fuentes policiales, quienes han añadido: "Ya están aquí".
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