Eliminan el problema de las grandes extensiones de tierras que se requieren en los parques solares actuales.
Una nueva tecnología desarrollada en conjunto por la firma israelí Solaris Synergy y el grupo francés EDF, en el marco del proyecto Aquasun de Eureka, permitirá la creación de parques solares en superficies acuáticas, con paneles flotantes que captarán la energía del sol sobre el agua. La innovación permite disminuir los costos de producción de esta energía renovable y, al mismo tiempo, elimina la necesidad de contar con grandes extensiones de tierra para este tipo de desarrollos. Por Pablo Javier Piacente.
Una nueva etapa en el campo de la energía solar podría abrirse con el desarrollo de paneles solares flotantes, los cuales brindarían la posibilidad de poner en funcionamiento parques solares sobre el agua. La nueva tecnología, creada en el marco del proyecto Aquasun de Eureka por las firmas Solaris Synergy (Israel) y EDF (Francia), tiene dos grandes ventajas con respecto a los paneles empleados en la actualidad: no se requieren amplios terrenos para su ubicación y, además, se reducen los costos de producción.
No cabe duda que la energía solar cumple un papel primordial en la búsqueda de opciones energéticas sostenibles, en el camino por disminuir los gases de efecto invernadero y todas las implicancias negativas para el medio ambiente que suponen los combustibles fósiles.
Sin embargo, los sistemas de energía solar se enfrentan en la actualidad a dos grandes inconvenientes, que han frenado un mayor desarrollo de esta fuente renovable. Por un lado, los costos elevados de la fabricación de los paneles solares y, por otro, la necesidad de disponer de grandes extensiones de tierras para poder desarrollar los parques solares.
Las nuevas plantas solares flotantes podrían solucionar estos inconvenientes, según establece una nota de prensa de Eureka y un artículo del medio especializado Science Daily. Terminada la fase de diseño sobre marzo de 2010, actualmente se lleva a cabo la fabricación de un prototipo. La fase de ejecución se iniciaría en septiembre de 2011.
Evaluación del sistemaLas pruebas se llevarán a cabo en Cadarache, en el sureste de Francia. Este lugar ocupa una posición privilegiada en la red eléctrica francesa y se encuentra en las cercanías de un emprendimiento hidroeléctrico, que proporcionará la superficie de agua que se utilizará para la instalación del sistema.
Funcionará en las mencionadas instalaciones durante un período de nueve meses, período en el cual se evaluarán las prestaciones del sistema y su productividad, atravesando cambios estacionales y varios niveles de agua. Los miembros del equipo de investigación creen que antes de junio de 2012 se contará con toda la información necesaria para concretar la incorporación de la nueva tecnología al mercado.
Con el objetivo de evitar un impacto negativo sobre los paisajes naturales con estas nuevas plantas solares flotantes, las cuencas de agua que se emplearán no deben ser reservas naturales, pertenecer a centros turísticos o ubicarse en zonas de mar abierto. El propósito es utilizar cuencas industriales de agua, que ya están en uso para otros fines.
Las posibilidades son variadas, ya que existe una gran cantidad de depósitos de agua con usos energéticos, industriales o agrícolas, que están abiertos para su empleo en la producción de energía. De esta manera, los inconvenientes relacionados con la localización del emprendimiento serían menores en comparación a un parque solar convencional.
Disminución de costos e impacto ambiental
Además de solucionar la problemática de las tierras requeridas en un parque solar tradicional, la nueva tecnología reduce también en gran medida los costos de los proyectos. Una de las razones es que los desarrolladores lograron reducir la cantidad de células solares utilizadas, gracias a un sistema solar de concentración de energía sobre la base de espejos, que permite mantener constante la cantidad de energía producida.
Por otra parte, las nuevas plantas flotantes emplean células solares de silicio, que son más eficientes, confiables y económicas que las células empleadas en los proyectos convencionales. Para poder utilizarlas se diseñó un nuevo sistema de enfriamiento, que soluciona los habituales problemas relacionados con el sobrecalentamiento que se manifiestan en las células solares de silicio.
Otro punto vital de la nueva tecnología es su carácter modular, que la hace más eficiente y versátil en cuanto a su inserción en el mercado energético. El sistema está diseñado para que en una plataforma solar sea posible reunir la cantidad exacta de módulos necesarios para la potencia deseada. Cada módulo produce una cantidad fija de electricidad (200 kilovatios), y de acuerdo a esto se incorporará un número determinado de módulos hasta alcanzar la producción buscada.
Asimismo, el equipo de investigadores trabajó en el impacto ambiental de las nuevas plantas solares flotantes. Para garantizar el equilibrio ecológico de los ecosistemas submarinos y la vida de plantas y animales, las plataformas estarán preparadas para “respirar” a través de la superficie acuática, logrando que el oxígeno pueda penetrar en el agua. La elección de los materiales empleados apunta en el mismo sentido.
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