La Atlántida, el paraíso perdido que describió el filósofo griego Platón y que desapareció tras un gran maremoto, podría estar en España, según una investigación que comenzó hace cinco años con unas fotos satelitales y que ha saltado a los medios esta semana.
Los textos de Platón sitúan la Atlántida frente a las Columnas de Hércules, lugar atribuido al estrecho de Gibraltar que señalaba el límite del mundo conocido, y la describen como una isla más grande que Libia y Asia juntas. Durante años, científicos y aficionados a la arqueología han reclamado haber encontrado la Atlántida, uno de los más recientes fue un ingeniero aeronáutico del Reino Unido Bernie Bamford, quien en 2009 dijo haberla encontrado utilizando el buscador Google Ocean, parte de Google Earth y que resultó ser un mapa del suelo oceánico.
Sin embargo, después de dos años de investigación, un equipo internacional en el que participó el profesor Richard Freund de la Universidad estadounidense de Hartford (Connecticut), cree que ha localizado la isla perdida en el parque nacional de Doñana. "Hemos descubierto un patrón geológico que no suele encontrarse en la naturaleza", aseguró Freund, que explicó que la estructura y la disposición de las grandes rocas detectadas demuestra que ha habido intervención del hombre y podrían ser los restos de la antigua isla.
La investigación, que cuenta con el apoyo de National Geographic ha sido seguida por el canal especializado en ciencia, que ha recreado el descubrimiento en un documental que fue difundido en Estados Unidos este 15 de marzo y que llegará a España en junio.
¿En qué se basan para asegurar que su hallazgo es la Atlántida? ¿Es una obra de arte de marketing para vender la investigación y el documental? Tratándose de reconocidos investigadores y de National Geographic, ¿debe concedérseles mayor credibilidad? Las preguntas y las críticas se han sucedido esta semana entre los medios especializados y la comunidad científica.
Según contó Freund, en 2003, un equipo de científicos alemanes, dirigidos por Werner Wickboldt descubrió en unas imágenes satélite del mar Mediterráneo unas estructuras rectangulares y varios anillos concéntricos que coinciden con las descripciones de la isla del filósofo griego. Entre las imágenes llamó la atención una de la marisma de Hinojos en la que destacan dos estructuras rectangulares y los restos de varios anillos concéntricos que las habrían rodeado, tal y como indicó el filósofo griego en sus escritos Timeo y Critias. Usando la descripción de Platón como guía y las fotografías satélite de lo que parece que es una ciudad sumergida justo al norte de Cádiz, en Huelva, Freund y el equipo internacional trató de localizar esa isla que tenía 925 metros de diámetro y estaba rodeada por varias estructuras circulares, algunos de tierra y otros de agua.
Para determinar las coordenadas exactas de la isla, que según los historiadores fue sepultada bajo el agua por una gran inundación provocada por un tsunami, han utilizado una combinación de tecnología submarina, radar de profundidad del suelo y cartografía digital.
El equipo de arqueólogos e historiadores dirigido por Freund se centró en las mediciones terrestres y marcaron el lugar donde excavar, hicieron análisis con carbono y confirmaron que en las capas correspondientes a la Edad de Bronce hay señales de que hubo una violenta tormenta o un tsunami en la zona.
Otro de los equipos, liderado por los profesores de la Universidad de Huelva Juan Antonio Morales y Claudio Lozano se centró en la medición de las formaciones geológicas que podrían pertenecer a la zona de la antigua bahía de Tartesos.
Además, los análisis de radiocarbono hechos en Madrid y en Miami (Florida) indicaron que la fecha límite para que hubiera habido un asentamiento en el parque nacional de Doñana es el 2500 antes de Cristo, que coincide con la aproximación hecha por los historiadores.
El científico alemán Wickboldt apuntó en su investigación que podría ser que los griegos confundieron el vocablo egipcio para costa y lo tradujeran como isla al transmitir la historia a las generaciones siguientes, lo que confirmaría este descubrimiento.
"Jorge Bonsor, quizás el arqueólogo más importante de España de principios del siglo XX ya estuvo buscando en la década de 1920 en el parque de Doñana la Atlántida por lo que éste era un lugar famoso para buscar un sitio famoso", señaló Freund.
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