Una nueva tecnología basada en la unión de la biomecánica y la neurofisiología permite a políticos y empresarios aumentar su capacidad de influencia en la audiencia a través del entrenamiento.
El traje está compuesto de una malla elástica que cubre todo el cuerpo a modo de buzo y dotado de 17 sensores inalámbricos conectados a un ordenador con un programa que detecta en tiempo real los gestos que restan eficacia al discurso del líder, de manera que éste puede corregirlos con entrenamiento y consigue, tras varias sesiones de «coaching», potenciar sus capacidades logrando que sus mensajes lleguen con éxito a su público.
Se puede decir que la aplicación hace que el líder «sea consciente de sus gestos inconscientes de manera que pueda gestionarlos mejor», alcanzar su máximo poder de influencia, explica el artífice de esta idea –materializada por el centro tecnológico Tekniker-IK4–, pensada por Alejandro Lasa, licenciado en Psicología, Filosofía y Sociología, docente en la Universidad de Deusto durante 30 años y director de Adur Emotional Gym, una empresa con más de 20 años de investigación dedicada al entrenamiento de líderes.
La experiencia le ha enseñado que cada líder desarrolla a lo largo de su vida una «arquitectura corporal propia» que repite de manera automática al expresarse, sin darse cuenta. Es lo que este experto llama «gesto motriz», que se da cuando el líder se ve «puesto a prueba» o se siente impactado negativamente y, entonces, sobreactúa. Estas reacciones (de temor, por ejemplo) son registradas en menos de siete segundos por las «neuronas espejo» del público de manera inconsciente y automática. La cuestión es que este movimiento no tiene por qué ser el correcto para dirigirse a la audiencia, alcanzar el triunfo o lograr el suficiente grado de persuasión, pero se puede corregir, insiste Lasa.
Se trata de una nueva tecnología basada en la unión de la biomecánica y la neurofisiología. A partir de las señales que los sensores envían, el software reproduce en tiempo real un dibujo animado, en forma de avatar, que hace los mismos movimientos que el líder está ejecutando en esos momentos con el traje puesto.
Al mismo tiempo, el sistema compara estos gestos con un patrón previo establecido por Adur, con lo que sería el gesto ideal para transmitir mejor su mensaje. En distinto color, salen en pantalla los movimientos que debería corregir, explica el responsable de la Unidad de Sistemas Autónomos Inteligentes de Tekniker-IK4, Iñaki Maurtua, que insiste en que el traje es un producto comercial que ya estaba en el mercado, y que ellos sólo han desarrollado la aplicación, y, además, para uso exclusivo de Adur.
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