La investigación científica en España está seriamente amenazada por la crisis. Las cifras que está manejando el Gobierno para el presupuesto del año que viene implican una reducción del 37% del dinero destinado a financiar los proyectos de I+D, las becas y los contratos de investigadores, incluidas las convocatorias del Plan Nacional, eje de la actividad científica española de excelencia. La alarma ha empezado a circular en la comunidad de ciencia y tecnología. Con estas cifras, la inversión en I+D española retrocedería al nivel de 2006, es decir, la situación anterior al crecimiento notable de los últimos años.
El presidente Rodríguez Zapatero anunció ayer en el Congreso un recorte presupuestario de un 6% en el gasto medio de los ministerios. Pero el borrador para 2010 elaborado por Economía y Hacienda adjudica al Ministerio de Ciencia e Innovación 4.700 millones de euros, lo que supone ya un 11% de reducción de la partida general respecto a 2009 (5.380 millones), aún restando la parte de Universidades que se contabiliza ahora en el Ministerio de Educación. Sin embargo, en el capítulo de la financiación del Plan Nacional, proyectos de investigación, contratos, becas y programa Ramón y Cajal, el escenario de inversión que se maneja cae de los 1.580 millones de euros de este año a unos 1.000 millones el que viene. Lo que sube es la partida de créditos, destinados esencialmente a las empresas, que experimentaría un aumento del 3%. Este capítulo supone ya más de la mitad del presupuesto general del Ministerio.
Una portavoz de dicho departamento recuerda que la partida de 2010 será de austeridad, como ha anunciado el presidente del Gobierno, pero puntualiza que es pronto para hacer valoraciones. "Estamos analizando las partidas y estableciendo las prioridades del ministerio", informa, además de recordar que se trata de un borrador y que los borradores se discuten hasta el final.
Pero el recorte barajado para la ciencia española es lo suficientemente significativo como para hacer saltar todas las alarmas. La reducción de esos casi 600 millones de euros (37%) de los fondos competitivos del Plan Nacional de I+D+i "supondría, en la práctica, la suspensión de las convocatorias de becas, contratos y proyectos de I+D", advierte Luis Sanz, director del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC y presidente del Comité de Política Científica y Tecnológica de la OCDE.
También en la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) se percibe seria preocupación por el fuerte recorte de la inversión en la I+D recogido en el borrador del presupuesto. "Existe consenso sobre la necesidad de cambiar hacia una economía basada en el conocimiento y la presente crisis presenta la oportunidad para hacerlo", declara Joan Guinovart, presidente de la Cosce. "Si realmente queremos cambiar de modelo, no podemos dejar de invertir en I+D. Hay que seguir apostando por la investigación y por la educación si no queremos que nuestros hijos vivan peor que nosotros. No hay otra alternativa. El camino no será ni fácil, ni rápido, ni está garantizado el éxito, pero es el único posible. La alternativa implicaría relegarnos, nosotros mismos, a un papel secundario y subalterno. Es necesario mantener el rumbo, a pesar del temporal, y resistir la tentación de recortar en lo que debe ser la base de nuestro futuro". Guinovart es muy claro en su valoración: "Si creen que la investigación y la educación son caras, prueben con la ignorancia y la mediocridad".
Las implicaciones de la ciencia y la tecnología en la economía preocupan a la comunidad científica. "Si el presidente del Gobierno respalda estos presupuestos sería como tirar piedras contra su propio tejado, liquidaría las bases del cambio de modelo productivo y del relanzamiento de la competitividad, desandando el camino ya recorrido en el fortalecimiento de la I+D", dice Sanz. Él destaca que "seguramente hay que contener el crecimiento del gasto, pero creíamos que este Gobierno ya sabía que la I+D es una inversión (y no un gasto) actual para el futuro que, además, crea empleo".
También los sindicatos están alarmados, advierte Emilio Criado, investigador del CSIC y uno de los responsables de Comisiones Obreras en dicha institución. El Gobierno ha convocado a la mesa de dialogo social el próximo 18 de septiembre para exponer los criterios sobre la futura Ley de Sostenibilidad de la Economía. CC OO planteará en dicha reunión "la necesidad de mantener el crecimiento de los gastos en I+D como clave para el cambio de modelo de desarrollo, así como la reanudación de las negociaciones sobre la Ley de Ciencia, interrumpidas a finales de junio". "Está claro que se avecinan tiempos de austeridad extrema para la investigación en general y para el CSIC en particular", afirma Criado.
El Plan Nacional
- Los objetivos oficiales son poner la I+D+i al servicio de la ciudadanía, del bienestar social y de un desarrollo sostenible; hacer de la I+D+i un factor de mejora de la competividad empresarial y reconocer y promover la I+D como un elemento esencial para la generación de nuevos conocimientos.
- Sus programas cubren la investigación fundamental, la aplicada, el desarrollo experimental, las infraestructuras científico- técnicas y la transferencia tecnológica.
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