Flotan en el aire, como en los trucos de los magos, pero esta vez es de verdad. Científicos de la NASA han conseguido que los ratones leviten gracias un imán superconductor que genera un campo lo suficientemente fuerte como para competir con la fuerza de la gravedad.
El experimento, que ya se había realizado anteriormente con ranas vivas y saltamontes, es parte de una investigación sobre las duras condiciones que sufren los astronautas en sus largas misiones en el espacio.
Los investigadores del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena (California) realizaron las pruebas en una jaula de plástico especialmente diseñada para el caso. El espacio interior, a temperatura ambiente, mide unos 6, 6 centímetros, lo suficientemente grande como para pequeñas criaturas «puedan flotar con comodidad», según publica la web LiveScience. Sin embargo, las pruebas comenzaron de una forma algo accidentada. Los científicos intentaron primero hacer levitar un bebé ratón de unas tres semanas de edad y apenas diez gramos de peso. La cobaya comenzó a girar frenéticamente en el aire, tratando de aferrarse a algo. «Giraba más y más rápido, muy desorientada», ha explicado el científico Yuanming Liu, uno de los participantes en el experimento. Después del susto, los responsables de la investigación decidieron sedar a los roedores para que la terrible experiencia de ingravided no resultara tan aterradora.
La prueba de levitación se realizó dentro y fuera de la jaula, aunque resultó más cómodo hacerla dentro, incluso cuando los roedores no estaban sedados. Las cajas se mantenían abiertas para que entrara el aire e introducir alimentos y agua. El fondo estaba lleno de pequeños agujeros para permitir la eliminación de residuos. De vez en cuando, los ratones dejaban la zona de levitación para patear las paredes de la jaula. Después de tres o cuatro horas, actuaban normalmente y comían y bebían con tranquilidad. Al parecer, los fuertes campos magnéticos no parecen provocarles impactos negativos.
El experimento busca arrojar luz sobre el impacto físico de las condiciones de gravedad cero. En ese estado, en misiones prolongadas en el espacio, los astronautas sufren una reducción de la densidad ósea, entre otros problemas. «Si podemos contribuir a la futura exploración humana en el espacio, será muy emocionante», ha dicho Liu a LiveScience.
Anteriormente, los científicos habían conseguido levitar ranas y saltamontes, pero estas pruebas con ratones resultan más útiles, ya que su fisiología es más parecida a la de los seres humanos.
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