18 nov 2009

Así se inicia la reforestación de un fondo marino español


Los fondos marinos españoles ya han comenzado a ser reforestados. No se trata de un informe científico ni de un proyecto futuro. La organización conservacionista Oceana, a través de un acuerdo con la Fundación Banco Santander, ha empezado a trabajar en la regeneración de praderas submarinas degradadas en la costa de Almería. Y ya ha presentado los primeros resultados.

El resultado del trabajo ha demostrado que las medidas de regeneración de ecosistemas dañados sólo son positivas cuando se realizan dentro de un plan de protección. En caso contrario, la capacidad de recuperación es menor al 2,5% de la superficie original, cuando sería 10 veces superior en una zona protegida.

"Nuestra experiencia nos dice que la reforestación sólo tendrá éxito si, además de restaurar las praderas, se protege la zona", dice Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa.

El gran problema de estos ecosistemas es la pesca ilegal de arrastre, que destruye las praderas e impide su recuperación. "La ley prohibe pescar con esta técnica en profundidades inferiores a 50 metros", explica Pastor. "Por eso es importante no sólo que se proteja, sino que se vigile el cumplimiento de la ley, sólo con eso sería suficiente".

Oceana calcula que España pierde cada año, debido a factores como la pesca de arrastre, la construcción de puertos y marinas y los vertidos, entre 3.000 y 5.000 hectáreas de praderas marinas, a lo que se le estima un valor de 60 millones de euros.

Los trabajos de recuperación de Punta Entinas-El Sabinar (Almería) se han llevado a cabo mediante un plan de recogida y posterior siembra de semillas de la planta marina 'Cymodocea nodosa', conocida como "prado del caballito de mar", para conocer el éxito que podría alcanzarse en caso de optar por esta iniciativa.

"Invertir en conservación es 500 veces más barato que en recuperación. Restaurar 10 hectáreas tiene un coste medio de 7,2 millones de euros, lo que costearía la vigilancia y protección de un área de 5.000 hectáreas durante siete años", asegura Xavier Pastor. "Además, es imposible recuperar una zona degradada si antes no se acaba con lo que provoca este deterioro: pesca de arrastre, extracción de arena, prospecciones petrolíferas y mineras, acuicultura, turismo masivo o construcciones en el litoral".

A juicio de Oceana, el área de Punta Entinas-El Sabinar, que representa en torno a 10.000 hectáreas, debe ser declarada como zona protegida para conservar tres hábitats muy sensibles y de gran importancia para el ecosistema marino como son las praderas de fanerógamas marinas, el maërl y los arrecifes de algas rojas.

El trabajo realizado por Oceana por medio de robots submarinos, buceadores y buques de investigación ha tenido un coste de 230.000 euros por hectárea y permitirá conocer la riqueza biológica de este paraje natural. "La alternancia de hábitats en los que se encuentran hasta tres especies de fanerógamas marinas, junto a arrecifes y rodolitos de algas rojas, convierten al sur de Almería en una zona de alta diversidad biológica", afirma Ricardo Aguilar, director de Investigación y Proyectos de Oceana en Europa. "Son vitales para la pesca, la protección de las playas, la captura de CO2 y el mantenimiento de la biodiversidad", concluye.




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