Con tantas ONG salvando el planeta, parece mentira que aún peligre. La misión de Christian Kroll es salvar el Amazonas. Asegura que cada vez que usemos su buscador, se salvan dos metros cuadrados de su selva.
Estéticamente Ecosia parece un Bing con piel verde. De entrada el vídeo promocional se dedica a criticar a Google, y sólo a Google, por el gasto energético de sus servidores ("una búsqueda en Google equivale a tener encendida una bombilla una hora"). De sus socios Yahoo! y Bing nada dice, pese a que emplea la misma energía sucia (proporcionalmente a su éxito) y pese a que Google invierte miles de millones de dólares en energías limpias (tiene la mayor planta solar de California).
En sus principios fundacionales, Ecosia se define como una página independiente y sin ánimo de lucro. "Al menos el 80% de nuestros ingresos por búsquedas va a un programa de protección de la selva tropical de la World Wildlife Fund, que utiliza este dinero para la protección sostenible de la selva tropical".
Kroll desmiente que detrás de él se mueva la mano de Microsoft y Bing. "Los resultados son los mismos de Yahoo!, pero estéticamente Ecosia es como Bing, porque me gustó más". También niega que el dinero lo ponga Bing. "Al principio puse yo mi plata (pasa los inviernos en Buenos Aires porque el de Berlín no le gusta) y en cuanto eche a andar, el buscador se financiará con las enlaces patrocinados".
Oficialmente, Ecosia se estrena el día 7, pero, tras unos meses de pruebas, desde hoy ya es público. Ha salvado, según sus cáculos, 4.749 metros cuadrados de selva. "Las cuenta nos las hizo la fundación World Wildlife. Según ellos con cinco euros se salva una hectárea de selva; por cada clic en enlaces patrocinados se destina a la WWF 0,2 centavos de dólar, luego eso equivale aproximadamente a salvar 2,5 metros cuadrados", explica Kroll. De seguir esos cálculos, las búsquedas de Google (sólo desde EE UU) salvarían 1.430 selvas amazónicas.
Tercer intento
Estudiante de Administración de Empresas, tras licenciarse en Nuremberg se dio un año para ver mundo "En ese año me dí cuenta de la importancia de las selvas tropicales y aprendí informática". A finales de 2007 Kroll abrió Xabbel, un buscador benéfico, "que fracasó porque yo no tenía suficiente experiencia en buscadores ni en programación", reconoce en su biografía oficial.
Tras leer el libro de Thomas Friedman Hot, Flat and Crowded, entendí que la protección de la selva tropical era vital para nuestro planeta. Decidí pasar a la acción". Abrió el buscador ecológico Forestle. "Llegó a tener más de 100.000 usuarios; pero estaba demasiado centrado en Alemania".
Ecosia es el tercer intento de Kroll de un buscador solidario. Ecosia está en francés, alemán, inglés y español para que no se diga que no es internacional. La sede de Ecosia se encuentra en Berlín, y en él trabajan diez personas, aunque sólo Kroll con dedicación exclusiva.
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