En Ecopres utilizan papeles reciclados y certificados ambientalmente con el sello FSC, emplean tintas de base vegetal de soja y tienen una impresión con maquinaria libre de agua.
Internet ofrece a los consumidores la posibilidad de acceder a productos y servicios que no tienen en su entorno geográfico próximo. Muchos productos ecológicos no están en todos los comercios, así que la compra-venta on-line es una oportunidad. Ecopres es una imprenta ecológica que ofrece sus servicios en la red y es la marca innovadora de Gràfiques Montserrat, fundada hace 117 años por la familia Borrás en Gerona.
Pero ¿qué hace a una ecoimprenta? Enric Borrás, su gerente, lo resume en tres ideas: «Uso de papeles reciclados y certificados con el sello FSC, empleo de tintas de base vegetal de soja e impresión con maquinaria libre de agua». El papel reciclado «ahora es de mayor calidad que aquel que atascaba las máquinas continuamente. Y en no reciclado, empleamos desde papeles hechos con fibra de celulosa de árboles procedentes de talas controladas y blanqueados con oxígeno, libres de cloro, a papeles de alta calidad hechos artesanalmente», detalla.
Menos energía
Las tintas vegetales tienen varias características, la más evidente es que «el componente principal no es petróleo, sino soja». Pero Borrás destaca otra: «Tiene más calidad de color. Porque el aceite vegetal tiene la ventaja de que es más transparente y los pigmentos resultan más potentes, por eso la densidad y brillantez de color son mayores». Y, por otra parte, «esta tinta se desprende mejor del papel, así que su reciclaje necesita menos energía», añade.
«La impresión –prosigue– se hace con una máquina “waterless”, que trabaja sin agua, llegada a la imprenta hace cuatro años, aunque ahora mucha gente del sector la ve como una novedad. Nosotros nos arriesgamos, porque nadie creía en este tipo de tecnología. La diferencia está en que una máquina de “offset” convencional necesita cuatro pasos para imprimir, además de agua y alcohol para limpiar las placas. Con ésta los originales van del ordenador del diseñador al de la máquina y la placa de impresión se hace no con productos químicos, sino con láser». Este proceso ahorra tiempo, agua, alcohol y revelador, con lo cual «tampoco emitimos compuestos orgánicos volátiles, asociados a la disminución de la capa de ozono, ni vertemos agua contaminada al alcantarillado. Y es ideal para tiradas pequeñas, de 100 a 10.000 ejemplares», destaca.
Para Borrás, «trabajar así no es sólo algo altruista, aunque creemos en el concepto de Responsabilidad Social Corporativa como contribución para crear una economía más social y ambientalmente respetuosa. También es un posicionamiento de marketing. El producto se ha de diferenciar en el mercado, y nuestra diferencia es que es ecológico, podemos llegar a todos y a precios muy competitivos».
Las tintas vegetales tienen varias características, la más evidente es que «el componente principal no es petróleo, sino soja». Pero Borrás destaca otra: «Tiene más calidad de color. Porque el aceite vegetal tiene la ventaja de que es más transparente y los pigmentos resultan más potentes, por eso la densidad y brillantez de color son mayores». Y, por otra parte, «esta tinta se desprende mejor del papel, así que su reciclaje necesita menos energía», añade.
«La impresión –prosigue– se hace con una máquina “waterless”, que trabaja sin agua, llegada a la imprenta hace cuatro años, aunque ahora mucha gente del sector la ve como una novedad. Nosotros nos arriesgamos, porque nadie creía en este tipo de tecnología. La diferencia está en que una máquina de “offset” convencional necesita cuatro pasos para imprimir, además de agua y alcohol para limpiar las placas. Con ésta los originales van del ordenador del diseñador al de la máquina y la placa de impresión se hace no con productos químicos, sino con láser». Este proceso ahorra tiempo, agua, alcohol y revelador, con lo cual «tampoco emitimos compuestos orgánicos volátiles, asociados a la disminución de la capa de ozono, ni vertemos agua contaminada al alcantarillado. Y es ideal para tiradas pequeñas, de 100 a 10.000 ejemplares», destaca.
Para Borrás, «trabajar así no es sólo algo altruista, aunque creemos en el concepto de Responsabilidad Social Corporativa como contribución para crear una economía más social y ambientalmente respetuosa. También es un posicionamiento de marketing. El producto se ha de diferenciar en el mercado, y nuestra diferencia es que es ecológico, podemos llegar a todos y a precios muy competitivos».
«Con internet –continúa– hemos aumentado nuestra cartera de clientes, sobre todo de fuera de Cataluña, y la mayor parte de los encargos que recibimos por esta vía son invitaciones de boda, porque no hemos renunciado a dar un trato personalizado».
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