7 jun 2010

Proliferación de medusas en las costas Españolas


La proliferación masiva de medusas no guarda relación con la temperatura del agua pero sí con los vertidos de contaminantes y la sobreexplotación pesquera de sus depredadores (los túnidos o sus competidores de alimento, como las sardinas o los boquerones).

Al menos eso sostienen la bióloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Dacha Atienza y el investigador del Instituto Español de Oceanografía Ignacio Franco, que han descartado que la temperatura tenga que ver con este fenómeno que tanto alarma en verano a lo bañistas del Mediterráneo español.

Por ejemplo, en los caladeros de Namibia se comprobó cómo la sobreexplotación pesquera esquilmó a los competidores de las medusas: mientras en los años 50, los pescadores del país africano encontraban en sus redes una medusa por cada tres peces, en los 80, década en la que tuvieron que cerrarlos, la proporción fue de 10 medusas por pez.

Vertidos contaminantes
A nivel mundial esta proliferación también está muy asociada, según Franco, a los vertidos de determinados contaminantes, que se traducen en un exceso de nutrientes para las medusas. El efecto es igual que si se abonan las plantas.

Dacha Atienza, que participa en una investigación sobre las medusas en las costas catalanas, ha explicado que es imposible predecir la situación para el próximo verano.

En las costas catalanas, se ha investigado la presencia de estos escifozoos desde el 2000 y se ha visto que hay periodos cíclicos. Se ha comprobado que uno es de subida y otro de bajada, pero es insuficiente para saber dónde estamos ahora. Hay que investigar más en el tiempo, y ver más ciclos, para aventurarse en las predicciones.

Lo que sí se puede afirmar, es que desde el año 2000 hasta el 2010, el peor año de medusas en el litoral catalán fue el del 2006.

Según esta bióloga, es un "fenómeno natural" que empiecen a aparecer ahora en mayo, por su ciclo de vida, y permanezcan en verano, y hay especies concretas, como la Pelagia noctiluca, que se encuentra durante todo el año.

Otras especies más corrientes en el Mediterráneo, y más estacionales, son la 'Aurelia aurita', la más común en todo el mundo.

Carabela portuguesa
En cuanto a nuestra vecina la carabela portuguesa ('Physalia phisalys'), es injusta su fama de asesina, coinciden ambos expertos.

Además, y según Atienza, no se trata de una medusa sino de un organismo gelatinoso que está en el Atlántico, que es su hábitat natural, y de manera normal entra en el Mediterráneo en el invierno porque es arrastrada por las corrientes que traen agua del Atlántico.

Sólo las medusas australianas, que no llegan a nuestras costas, son mortales, concretamente la 'Chironex flecheri', conocida vulgarmente como avispa del mar, y que encabeza la lista de los animales más venenosos del mundo.

Existe una investigación científica, según Ignacio Franco, que recoge las muertes a nivel mundial por medusas desde 1885 a 1995. Sólo hay hay 4 registros de muerte por carabela portuguesa.

Lo que ocurre es que su picadura es más dolorosa e intensa pero, en principio, no es mortal. Sin embargo, determinadas personas pueden desarrollar síntomas paralelos como vértigos, vómitos o taquicardias.

Especializado en el fenómeno de las medusas del Mar Menor, Franco relata que en el 93 llegaron a España las dos especies nuevas que han dado mayor problema, la 'Rhizostoma pulmo' y 'Cotylorhiza tuberculata'.






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