Cuando se habla de «inventor» uno se imagina al padre del protagonista de los Gremlims, que ideaba cosas que jamás funcionaban. No es el caso de Pep Torres, un español que ha sido portada del «Wall Street Journal» y del cúal han hablado en el «Times» o «The Sun». Entre las ideas de este barcelonés de 44 años está el crear la primera universidad para inventores y enseñarles a maximizar sus proyectos.
-Diseñador, creativo, inventor… ¿Cuál sería el término exacto para definirlo?
-Probablemente creativo, porque el término engloba muchas disciplinas entre las cuales está la invención.
-Es el creador de la agencia Stereonoise, ¿qué es lo que hacen?
-Aportar soluciones a problemas de los clientes en forma de idea o con un invento. Somos casi renacentistas, porque igual hacemos una campaña mediática si el que llama necesita salir en los medios o ideamos algo si lo que necesita es un producto concreto para un nicho de mercado. Cada cliente es un mundo.
-Se habla mucho de los avances informáticos y poco de aquellos que cambian realmente la vida diaria. ¿Por qué?
-La tecnología es como los fuegos artificiales, impresiona mucho; pero es cierto que son otros inventos los que verdaderamente cambian nuestra cotidianidad y nos hacen la vida más fácil y cómoda. Como dice el refrán: unos cardan la lana y otros se llevan la fama.
-¿España es un país preocupado por la innovación y la tecnología?
-Los españoles somos creativos, tenemos facilidad para las buenas ideas, pero nos falta el segundo paso, convertir el invento en negocio y hacerlo rentable. Ésa es la diferencia con el inventor anglosajón, que tiene menos chispa pero es más constante para sacarlo adelante.
-¿Las autoridades apoyan?
-Dicen que sí, pero nunca han estado por la labor. Los gobiernos que hemos tenido han apostado por otro tipo de factores económicos, como la construcción y el turismo antes que por la innovación.
-Fue portada del «Wall Street Journal», ¿qué repercusión tiene salir en un medio tan importante?
-Me hicieron una entrevista de una página e inmediatamente me llamaron de Coca-Cola internacional, la parte de Eurasia, y nos llevaron a Estambul para hacer un proyecto con ellos.
-Ha creado muchas cosas, ¿se siente más orgulloso de alguna de ellas?
-De lo que más orgulloso me siento es de haber abierto un camino en el terreno de la invención y encontrar la fórmula para vehicular la creatividad. Lo que más me gusta es poder ayudar a los creativos a enfocar sus ideas.
-Baldosas inteligentes, trapo imantado, las sábanas afrodisíacas… Son algunos inventos. ¿Se usan?
-Sí. En diciembre, en el diario «The Sun» se dijo que las sábanas afrodisíacas eran uno de los cinco mejores inventos para el 2010. A partir de ahí me llamaron de Corea del Sur porque necesitan grandes cantidades. Hasta ahora, las familias sólo podían tener un hijo, ahora han abierto la veda y necesitan un estímulo.
-¿En qué consiste el invento?
-Es una sábana que tiene un principio activo a nivel nanotecnológico dentro de la fibra; de manera que cuando las sábanas rozan la piel, esa cápsula microscópica libera el principio activo afrodisíaco, te entra por el poro, de ahí al torrente sanguíneo, al cerebro y éste manda la orden al resto del cuerpo.
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