En tiempos revueltos es posible que el axioma de que mil cabezas son mejores que una sola sea irrebatible. Estos últimos días Silvia Senz se preguntaba si publicar un manual de edición tendría o no todavía sentido. Es posible que sí, pero no desde luego en la forma de una obra clausurada, cerrada sobre sí misma, con presunción de perpetuidad e ínfulas de texto irrebatible. Los cambios son tantos, tan acelerados; las incertidumbres son tantas, tan inexcrutables; los futuros son tan plurales que más vale explorarlos colaborativamente.
¿Qué queda de la industria gráfica tradicional? ¿Qué queda de los métodos mismos de difusión y de comunicación? ¿Cómo se entiende la autoría y los derechos sobre la obra? ¿Qué significa, esencialmente, ser editor hoy en día? O, también, ¿qué es XML y qué significa generar contenidos multiformato y multicanal?
Los cambios en el oficio de la edición y en todo el ecosistema editorial nos obligan a buscar definiciones esquivas de un nuevo oficio en un nuevo entorno.
El proyecto The Open Publishing Handbook pretende ser esa obra colectiva capaz de escrutar el futuro dejando el testimonio mutable de quienes quieran contribuir a enriquecerlo. Y, ¿por qué no? Quizás decidamos en algún momento que de la obra que se ha creado de manera colaborativa y con ánimo exploratorio, cabe realizar una versión estable y duradera en un soporte que le dé consistencia y permanencia.
El proyecto estará alojado en una wiki abierta a las contribuciones de cualquiera que lo desee. Respecto al gobierno de la wikipedia tendrá, no obstante, dos diferencias (que solamente el tiempo y la experiencia dirán si deben revertirse o, al contrario, continuarse): la primera es que, aunque cualquiera pueda publicar, deberá solicitar una clave paara poder hacerlo. Bastará un correo a futurosdellibro@gmail.com. Wikipedia utiliza la fuerza patrulladora incansable de centeneras de voluntarios que combaten el vandalismo. Aquí no contamos -al menos por ahora-, con vigilantes digitales. La segunda es que las contribuciones irán firmadas por sus autores, porque la colectividad no puede ni tiene por qué excluir la excelencia de las contribuciones personales y, sobre todo, porque si queremos reivindicar los blogs y las wikis como alternativas válidas y consistentes de difusión del conocimiento, como canales que pueden contribuir a la generación de una autoridad alternativa, tenemos que obrar de manera consecuente.
El tiempo dirá si esta iniciativa se convierte en algo valioso y duradero o, por el contrario, en fogonazo digital efímero. Bienvenidos al Open Publishing Handbook Project.
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