Un equipo de investigadores, coordinados por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José María Benlloch, ha diseñado un nuevo sistema PET que mejora el diagnóstico precoz de cáncer de mama, pudiendo llegar a detectar la patología hasta un año antes que los equipos de diagnóstico actuales. Más de 50 pacientes han sido examinadas y se ha demostrado el correcto funcionamiento del sistema, bautizado como MAMMI.
“El sistema desarrollado es el que tiene mayor resolución y sensibilidad del mundo y está dedicado específicamente a la detección de cáncer de mama en estadíos tempranos y a la evaluación de la respuesta al tratamiento de las pacientes”, destaca Benlloch.
El nuevo PET está instalado actualmente en el Instituto Nacional del Cáncer en Amsterdam (Holanda) y en la Clínica de la Universidad Técnica de Munich (Alemania), donde se realizado diferentes investigaciones clínicas. Está previsto que en breve se instale en el Hospital Provincial de Castellón y en el Hospital Nacional Rebagliatti de Lima (Perú).
Desarrollado y comercializado por la empresa valenciana Oncovision, en su diseño han participado expertos del Instituto I3M (centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia, el CSIC y el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas) y el Instituto de Biomecánica de Valencia, en colaboración con centros de investigación europeos en el marco del programa de la Unión Europea Combating Cancer.
De entre los 200 tipos de cáncer que existen, el de mama es el segundo que más fallecimientos produce entre mujeres, y es el primero en la población femenina de entre 35 y los 54 años. Según apuntan los expertos, la probabilidad de éxito del tratamiento del cáncer de mama depende, principalmente, de un temprano diagnóstico, y múltiples estudios indican que la detección precoz reduce la mortalidad en el 29%.
“Además, la capacidad del equipo de detección en definir la extensión de la enfermedad y de monitorizar la respuesta al tratamiento, así como de predecir el comportamiento del tumor son factores muy importantes para conseguir mejores resultados”, apunta Gabriel González, consejero delegado de Oncovisión.
El sistema diseñado por los investigadores se basa en la utilización de medicina nuclear, en concreto, de una tomografía por emisión de positrones que permite medir de forma no invasiva la actividad metabólica del tumor.
Gracias a esta tecnología, MAMMI reduce a niveles muy bajos la tasa de falsos positivos, prácticamente a entre un dos o un tres por ciento. “Los equipos más avanzados utilizados actualmente, basados en la aplicación de resonancia magnética tienen desde un 10 hasta un 25% de falsos positivos”, destaca Benlloch.
Un nuevo método que no comprime la mama
Una de las características del sistema es que no se necesita comprimir la mama de las pacientes para obtener imágenes de alta calidad y resolución, como ocurre en la actualidad. “En la exploración, a diferencia de los métodos actuales, la paciente está tumbada en una cama. De este modo la paciente está más cómoda y además se visualizan zonas que en la actualidad no están visibles en las mamografías.
Además, este sistema obtiene imágenes con una resolución hasta cuatro veces mejor que los PET de cuerpo entero y con unas dosis de trazador mucho menor. Asimismo, gracias a su mayor sensibilidad, permite ver la evolución del tumor y comprobar cuál es la respuesta al tratamiento de la paciente. Para ello, el equipo usa detectores de rayos gamma y una nueva generación de fotomultiplicadores y cristales continuos.
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