El Hospital Puerta de Hierro de Madrid ha sido el primero del mundo en utilizar un sistema móvil de preservación de pulmones para trasplante, que los conserva en condiciones similares a las del organismo.
Esto permite ampliar hasta las 24 horas el tiempo para mantener estos órganos fuera de un cuerpo y reducir «al mínimo» el daño que sufren durante el transporte previo a su implante. El sistema fue presentado ayer por los doctores responsables del proyecto, Andrés Varela y Javier Moradiellos. Al acto aisitió el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, que calificó el mecanismo de «hito» en el trasplante pulmonar. «Con este éxito, el hospital Puerta de Hierro mantiene un nivel muy alto de excelencia», apostilló. Por el momento, se han realizado dos trasplantes con este sistema. Los dos con éxito: el primer paciente fue dado de alta 20 días más tarde. El segundo está en planta «recuperándose satisfactoriamente» tras haber logrado respirar por sí mismo a las 24 horas de la intervención.
El protocolo indica que una vez que se extraen los pulmones del donante, se introducen en una máquina que utiliza el sistema denominado Perfusión Exvivo Pulmonar Portátil (PEPP). En él los pulmones funcionan a temperatura corporal, mediante un respirador y una bomba que impulsa una solución de preservación mezclada con sangre consiguiendo trasladar los pulmones «respirando», es decir, en una situación prácticamente idéntica a la que tendrían en el cuerpo del receptor.
De este modo, según dijo el doctor Varela, esta maquinaria permite conservar los pulmones hasta 12 horas, aunque de forma experimental, y se han conseguido hasta 24 horas. «Fíjense lo que eso supone para poder transportar esos pulmones a distancia», explicó. El doctor indicó que las ventajas son «múltiples», ya que «disminuye» el posible daño si «nos pasamos» en el tiempo de traslado. Durante ese periodo, los órganos «están totalmente monitorizados y recuperándose».
Una vez que los pulmones llegan al centro, añadió el doctor Moradiellos, se les realiza una exploración «exhaustiva» para «asegurar que están perfectos». Así, mediante una broncoscopia se analiza «si hay secreciones o alguna alteración». En el quirófano se realizan test de validación y hasta que «no estemos seguros» de que los pulmones están en «perfectas condiciones» «no se hará nada con el paciente», puntualizó Varela.
Hasta ahora, los traslados de se realizaban en una nevera con hielo, limitando el tiempo disponible hasta las 10 horas. En el futuro, este sistema permitirá recuperar los órganos con edema, hasta ahora inviables para el trasplante.
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