Y es que hasta ahora se trataba de una hipótesis, la más utilizada y polémica, que nos venía a decir que al igual que ocurre con los órganos de nuestro cuerpo, los tumores se reproducen en nuestro cuerpo gracias a las células madre, incluso después de un tratamiento con éxito.
Es sabido que el cáncer se reproduce en muchas ocasiones tras una quimioterapia que ha destruido gran parte del tumor. Aun así, las células que sobreviven al tratamiento son capaces de regenerarse en un nuevo tipo. La teoría que mas se sostiene es aquella que habla de las células madre resistentes a los tratamientos, una teoría que estos tres estudios acaban de dar por evidencia.
Cuentan los investigadores que los tumores se forman de la misma forma que nuestros tejidos y órganos en el cuerpo, a partir de un conjunto de células madre siguiendo una lógica de crecimiento ordenado y jerárquico.
Para llegar a esta conclusión los estudios fueron capaces de realizar un seguimiento de las células “errantes” que forman los tumores. Tres estudios con ratones modificados de tres de los tipos de cáncer humano más agresivos con nuestro cuerpo como son el de cerebro, piel e intestino. Ratones con unas modificaciones genéticas que les permitían desarrollar de forma espontánea cánceres cerebrales idénticos al glioblastoma humano.
Según Luis Parada, quién dirigió el estudio del cerebro, aún es pronto para saber si estos resultados obtenidos se podrían aplicar en otros tipos de cáncer. Lo que sí tiene claro es que:
Va a ser un cambio de paradigma en la forma y eficacia de la quimioterapia y cómo se desarrollan las terapias. En lugar de probar si una terapia encoge un tumor, ahora podremos determinar si ha matado al tipo correcto de célula.
Y es que el cáncer primario de cerebro es actualmente incurable, incluso tras una extirpación quirúrgica. Por esta razón el equipo de Parada utilizó ratones modificados como modelos de glioblastoma humano. Según Parada:
Creemos que es la primera vez que se identifica una célula madre del cáncer en un tumor formado de manera espontánea dentro del cuerpo de un mamífero. Identificamos un subconjunto de células de tumor cerebral que crecen despacio o permanecen en descanso y que parecen ser la fuente de la recurrencia del cáncer tras la terapia estándar.
Tres estudios que confirman a las células de un tumor y su formación con la forma en la que se desarrollan nuestros tejidos y órganos, pero sobre todo, a las células madre del cáncer de la misma forma que se desarrollan las células madre en nuestros tejidos. Un avance que podría dar con la técnica más eficaz hasta la fecha para detener e impedir el crecimiento de nuevos tumores destruyendo directamente las células madre del cáncer.
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