La alergia y el asma podrían sumarse a la lista, cada vez más extensa, de enfermedades potencialmente tratables con las todopoderosas células madre. Una investigación de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) propone utilizar células de la médula ósea de los pacientes para resolver los casos más graves de asma y alergia.
Los investigadores han demostrado en un experimento con ratones que podría reducir la respuesta inflamatoria, un fenómeno que se desencadena incluso en los casos más leves de asma. Los resultados se publican en el último número de la revista «Proceedings».
Los hematólogos que tratan la leucemia con trasplantes de médula ósea conocen bien el poder de estas valiosas células para evitar la inflamación. En España también se han empezado a tratar con esta misma estrategia a pacientes con enfermedad de Crohn, un trastorno digestivo en el que existe una respuesta inflamatoria anómala.
Los científicos del NIH que dirige Eva Mezey no creen que sea descabellado proponer el autotrasplante como tratamiento del asma resistente, una forma de la enfermedad difícil de controlar con los tratamientos actuales. En los casos más graves este tipo de asma puede poner en peligro la vida de quien lo padece. Los investigadores argumentan que las células madre de la médula ósea ya se utilizan en el tratamiento de enfermedades autoinmunes. «Resulta difícil imaginar un fármaco o una combinación de medicamentos que actúen como lo han hecho en nuestros experimentos»
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