Que un producto tenga una vida útil extensa es una de las características que más valoran los consumidores. Sin embargo, con el paso de los días la mayoría de los alimentos se acaban poniendo malos y su destino final es la basura. Para que esto no ocurra, la empresa Proinec ofrece «películas o recubrimientos comestibles en contacto directo con los alimentos con el fin de protegerlos de agresiones externas, evitar que se pierdan propiedades y alargar la vida del producto», explica su creador, Javier Osés.
Este tipo de recubrimientos comestibles están elaborados «con conservantes naturales como, por ejemplo, aceites esenciales de laurel, orégano y clavo, entre otros. Así, se consiguen alimentos seguros pero, al mismo tiempo, sin aditivos artificiales», aclara Osés. Asimismo, su empleo en diferentes alimentos minimiza, según su creador, «el uso de polímeros sintéticos en el envasado del alimento llevando consigo un beneficio tanto para la industria alimentaria como para el medio ambiente».
A modo de ejemplo, Osés explica que «mediante un recubrimiento podríamos conseguir que una pizza esté crujiente sin que el tomate penetre en la masa y la ablande. También que la carne o el pescado fresco y refrigerado aumente su vida comercial de manera natural o que la patata, la manzana o cualquier fruta y hortaliza troceada y envasada no se estropee con el paso del tiempo». Los clientes que más beneficiados se ven de los servicios de Proinec van, según su creador, desde «empresas fabricantes, distribuidoras o envasadoras de productos alimentarios dentro de los sectores de frutas y hortalizas, frutos secos, carnes, pescados, derivados lácteos, pastelería, panadería, bollería y platos preparados».
Dado que son pioneros en este tipo de materiales, tienen en marcha relaciones con algunas grandes empresas del sector alimentario para su comercialización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario