Este robot lleno de luces de colores no es que sea un robot empastillado preparado para irse de Rave, es un Bioloid que cuenta con una serie de sensores táctiles. Sí, todas esas luces y hexágonos no son de adorno para seguir los mejores éxitos de Chimo Bayo, sino que se tratan de unos sensores especiales desarrollados en la Universidad Técnica de Munich en la búsqueda de darles el sentido del tacto a los robots.
Esta piel artificial no es flexible, sino rígida y formada por módulos hexágonales de 5 centímetros cuadrados con un circuito impreso que cuenta con 4 sensores infrarrojos para simular la detección de un tacto ligero, hasta un soplido, de cualquier cosa que se acerque a menos de 1cm.
Los sensores aunque funcionan por separado, están centralizados en su procesado general y por ahora el prototipo sólo cuenta con 31 sensores.
Ademán incluye 6 sensores de temperatura y un acelerómetro para acercarse más a lo que la piel es capaz de percibir. Pero todavía quedan más cosas como por ejemplo presión, y ya que nos ponemos pues picor, y de paso un sobaco artificial. [Gizmag]
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