Desde luego no se trata de la panacea para conseguir una existencia mucho más larga, pero sí que puede ayudar a aumentar un poco más la supervivencia, sobre todo, entre aquellas féminas de más de 70 años. Este es el 'poder' que un equipo de investigadores internacional ha descubierto en la vitamina D3 tras analizar minuciosa y sistemáticamente más de 50 ensayos que tenían como protagonista a esta sustancia.
Así se recoge en la última edición de 'The Cochrane Library' que incide en algo que se sospechaba, pero que ahora tras este nuevo análisis los investigadores ya se atreven a afirmar: "Hace ya dos años se publicó que existían evidencias del beneficio de la vitamina D, pero no se pudo encontrar mucho más, ni datos precisos ni qué tipo de vitamina D era el más beneficioso", señala el doctor Goran Bjelakovic, miembro del departamento de Medicina Interna de la Universidad de Nis (Serbia). "Pero pasado este tiempo y con los nuevos estudios, decidimos examinarlos e incidir en nuevos puntos... y hemos encontrado resultados", afirma este doctor.
Y las conclusiones dan lugar a buenas noticias. Seis investigadores de distintos países analizaron 50 estudios que implican en total a algo más de 94.000 personas. De ellas, el 80% eran mujeres con una edad media de 74 años, "mujeres que, al llegar a edades avanzadas y sobre todo tras la menopausia, tienden a una pérdida de esta vitamina, fundamental para reducir tanto las fracturas óseas hasta en un 20% como el número de caídas que se dan en estas pacientes en contraposición a las personas con más niveles de esta sustancia", afirman los investigadores.
Los estudios incluían a personas que tomaban un suplemento de vitamina D, durante una media de dos años y "de esta forma, descubrimos que, específicamente la vitamina D3, reducía la mortalidad de estas mujeres en un 6%", explican Bjelakovic.
Sin evidencia de que reduzca la mortalidad por cáncer
El papel más importante de la vitamina D es el de estimular la absorción intestinal del calcio y el fósforo, esenciales para la formación normal de los huesos, pudiendo llevar su falta a la osteoporosis en adultos y al raquitismo en los niños. Pero la vitamina D está a su vez compuesta por diferentes tipos, como la vitamina D3, que además cumple una función de inmunitaria, ayudando a prevenir enfermedades.
"Lo más importante de este estudio es que en los anteriores ensayos sobre esta sustancia no se estudiaba la influencia por separado de las diferentes formas de vitamina D -como la D3 y la D2- y sus efectos en la mortalidad", indica Bjolakovic, "pero tomando los datos de un mayor número de pruebas, es decir, más pacientes, se ha arrojado mucha más luz sobre este tema tan importante", añade.
Un estudio que también pone de manifiesto que no hay evidencia de que esta vitamina reduzca la mortalidad por cáncer, "aunque los estudios al respecto hayan sido numerosos y contradictorios en los últimos años", indican los autores.
Además, también se indica que las mezclas nunca son buenas: "Un combinado de vitamina D3 con calcio aumenta significativamente el riesgo de sufrir cálculos renales", comenta el doctor Bjelakovic.
Los beneficios (probados) de la vitamina D3
Para Clotilde Vázquez, jefa del servicio de Nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, estos datos son importantes "más que nada por el alto número de participantes", aunque para esta doctora la conclusión más clara es la necesidad de esta sustancia, también en su forma de compuesto, sobre todo para las mujeres a partir de 65 años: "Esta vitamina está generando mucha controversia en el ámbito científico porque se sabe que es necesaria para el organismo y muchos estudios la relacionan con la ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer o la osteoporosis. Sin embargo, a día de hoy no hay nada comprobado, aunque por ejemplo se sepa que si hay una deficiencia se pueda llegar a la osteoporosis", indica.
"Por ello, los resultados parecen más una causalidad a la hora de estudiar los ensayos, que una certeza, pero como el nivel de mayor supervivencia es relativamente bajo, puede ser factible", añade la doctora Vázquez. "Lo que sí está comprobado es que los suplementos de esta sustancia son necesarios, puesto que de forma natural es muy difícil llegar a las cifras recomendadas", añade. Así, y de forma natural, la vitamina D3 la encontramos en alimentos como el aceite de hígado de bacalao, la leche entera, vísceras, mantequilla "y otros productos de los que no es bueno abusar por otras enfermedades", comenta la doctora Vázquez. "También viene del sol, pero al protegernos de los rayos, tampoco nos llega lo suficiente para alcanzar los niveles recomendados internacionalmente, es decir, para mayores de 19 años de 5 a 10 microgramos al día", asegura.
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